Provincia

Cuevas del Becerro, un pueblo vigilado 24 horas

  • La colocación de cámaras de vídeo por parte del Ayuntamiento para evitar actos vandálicos sigue generando polémica

El Ayuntamiento de Cuevas del Becerro ha declarado la guerra a los cacos. Los robos en diferentes instalaciones municipales y los daños vandálicos hicieron saltar las alarmas y el equipo de gobierno de la localidad ha decidido cortar por lo sano. Fue a finales del 2010 cuando los asaltos al vivero municipal y a varias naves del polígono industrial provocaron que se tomase la decisión de instalar un sistema de seguridad en diferentes puntos de la localidad. Eso sí, la medida no estuvo exenta de polémica, que a día de hoy se mantiene por parte de la oposición municipal de IU, que considera que la instalación de cámaras de seguridad en la vía pública supone un recorte a la libertad de movimientos de los habitantes del municipio. Entre los vecinos también hay opiniones para todos los gustos. Unos se muestran a favor de perder un poco de intimidad a favor de la seguridad y están los que creen que las medidas tienen que ser de otra índole y apostar por una mayor presencia de los cuerpos de seguridad.

Mientras tanto, el alcalde de Cuevas del Becerro, Joaquín Esquinas, considera que los puntos de ubicación de las cámaras en ningún momento suponen un recorte de libertades de los ciudadanos, al encontrarse en puntos apartados, como el vivero, el polígono industrial o las proximidades de la caseta de almacenaje de los utensilios de jardines.

No obstante, la mayor polémica la generan los equipos de vigilancia situados a la entrada a la localidad. Sus ojos ópticos dejan registro de todo aquel que entra o sale del municipio, eso sí, únicamente se visionan las imágenes si se produce algún tipo de incidente o robo en el municipio.

De momento, parece que la instalación de las cámaras ha persuadido a los amigos de lo ajeno de seguir robando en los puntos más afectados, aunque no ha logrado que el blindaje sea absoluto. De hecho, hace dos semanas los ladrones entraron en las instalaciones del gimnasio municipal y también del hotel rural municipal. En ambos casos causaron importantes daños materiales y algunos creen que la instalación de cámaras en esta zona daría protección a estas instalaciones. De hecho, el valor de los daños causados sería suficiente para dotar de vigilancia a esta zona un poco apartada del municipio.

La satisfacción entre los responsables municipales con el funcionamiento del sistema es muy alta, además de haberse convertido en el complemento perfecto para una localidad que cuenta con tres agentes de la Policía Local que no pueden cumplir 24 horas de servicio todos los días. Ahora, las cámaras cumplimentan a los agentes y la vigilancia se mantiene las 24 horas del día.

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