Provincia

Las amenazas de un vecino obligan a una familia a vivir recluida

  • El juzgado dictó una orden de alejamiento al hombre que, al parecer, incumple cada día yendo a la casa

"Tenemos miedo de salir a la calle". Así de claro se expresó David Calvo, un vecino de Jimera de Líbar que desde hace más de un mes tiene que convivir con amenazas, insultos y agresiones por parte de otro vecino de la localidad. Pese a que ya ha denunciado los hechos y sobre el presunto acosador pesa una orden de alejamiento, la situación se repite día a día. "Se pone delante de mi casa y empieza a gritarme a mí y a mi familia sin ningún motivo", explicó el afectado.

Sin embargo, hasta el momento lo único que ha conseguido es que este conflictivo vecino haya permanecido alejado del municipio durante unos días antes de volver a las andadas esta semana, una solución temporal que no ha servido para que esta familia alcance la tan ansiada paz. "La ley esta esperando que me mate a mi o a algún miembro de mi familia", no dudó en afirmar Calvo.

No en vano, la situación ha llegado a tal límite que se ha visto obligado a llevar en varias ocasiones a sus hijos y a su mujer hasta el municipio de Cortes de la Frontera, donde reside su suegro, con el fin de alejarlos del denunciado. "Mis hijos están muy asustados y no quieren estar en casa", añadió.

Uno de los episodios más graves tuvo lugar el pasado 30 de abril, cuando el denunciado se presentó en plena madrugada en la vivienda de la familia con un cuchillo y comenzó a golpear la puerta y a gritar amenazas, según consta en la orden de alejamiento emitida por el juzgado de instrucción número 2 de Ronda. Al abrir la puerta, el presunto agresor se abalanzó sobre la víctima blandiendo el arma, lo que le provocó lesiones leves, según recoge el documento, tras lo que fue detenido por segunda vez ese día, ya que horas antes ya lo había sido en esta ocasión por amenazas.

Ahora, Calvo y su familia temen que la próxima vez no tengan tanta suerte, por lo que esperan que la ley actúe con medidas más férreas. Pese a haber sido detenido en varias ocasiones, el individuo vuelve a estar en libertad a las pocas horas. De momento, el caso se encuentra en fase de diligencias previas. El imputado ha sido examinado por una médico forense y fue llamado a declarar en el juzgado, aunque se acogió a su derecho a no hacerlo.

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