Con gesto serio y esquivando a la prensa. Así salió ayer del juzgado de instrucción número 1 de Marbella el concejal de Urbanismo de la ciudad, Pablo Moro, tras más de dos horas de declaración ante el juez que investiga las presuntas irregularidades cometidas durante la construcción de un club de playa sin recibir sanción por parte del Ayuntamiento.

Parte del club de playa en cuestión se habría construido en suelo no urbanizable, según el PGOU vigente, calificado como parque litoral.

Moro estaba citado a declarar a las 10:30 de la mañana. Durante dos horas estuvo respondiendo a las presuntas del juez, si bien se negó a hacer lo mismo con las formuladas por parte del abogado de la acusación popular ejercida por el PSOE, Jaime Olcina.

Según explicó el secretario general de los socialistas en la localidad de Marbella, José Bernal, "Pablo Moro respondió con evasivas y sin dejar nada claro, por lo que es previsible que se llame como testigos a funcionarios públicos".

Desde el equipo de gobierno, ante el silencio del concejal de Urbanismo a su salida de la sede judicial, el portavoz municipal respondió al PSOE a través de un comunicado para defender la labor de Moro. Según reiteró, "el Ayuntamiento cursó dos paralizaciones de obra durante todo el proceso y se abrieron dos expedientes disciplinarios. Uno de ellos sancionador y el otro instando a la reposición de la realidad alterada".

Los denunciantes mantienen que desde Urbanismo se redactó la orden de paralización de los trabajos sin contar con la firma de Pablo Moro.

A todo esto se suma el hecho de que el funcionario que realizó los informes que advertían de la ilegalidad de las obras fue apartado del área de Urbanismo y trasladado al departamento de Servicios Operativos. El Ayuntamiento justifica dicho cambio argumentando que se trata de una reorganización del servicio y niega que tenga que ver con el citado expediente.

A pesar de estos argumentos, desde IU exigen al gobierno que restituya a su puesto "al inspector trasladado por informar las ilegalidades en el club de playa de El Pinillo" a lo que el concejal de la coalición de izquierdas, Miguel Díaz, añade que el hecho de que la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, "impulse venganzas contra funcionarios que velan por el cumplimiento de la legalidad es propio de la época del gilismo".

Desde IU anuncian que van a solicitar "una reunión con el Comité de Empresa y la Junta de Personal del Ayuntamiento de Marbella para valorar con estos órganos municipales medidas en defensa de este trabajador y de todos los integrantes de la plantilla municipal".