El fichaje de Carlos Suárez fue una petición postrera de Joan Plaza para redondear la plantilla del Unicaja. En verano parecía un cromo repetido con lo que había, otras posiciones quizá demandaban una mayor atención. Pero Plaza se empeñó con él y detuvo un fichaje inminente por el Montepaschi Siena. Suárez es hoy el segundo jugador más utilizado por el entrenador tras Caner-Medley, junto a Granger el único jugador que se ha empleado en los 40 partidos oficiales disputados y pieza indispensable para el mecano de Plaza. Capaz de coger un rebote y subir un contraataque o defender a Tibor Pleiss en Vitoria.

Suárez, que en los últimos partidos ha cogido más protagonismo si cabe en la vertiente ofensiva, contextualiza la situación del equipo. "Estamos compitiendo todos los partidos. La Copa fue un punto de inflexión. Un palo duro para todos, pero podía pasar. Era un partido y se ha olvidado, página pasada. Competimos con equipos de Euroliga que nos doblan o triplican el presupuesto, en un grupo durísimo. Ante un gran Barcelona que gana en todas las pistas sólo perdimos por pequeños detalles y un poco de mala suerte. La línea es buena", dice el alero madrileño.

Aquella derrota copera, punto de inflexión según sus palabras, no trastocó la confianza del Unicaja. "Tras el partido mejor no hablar, te puedes arrepentir de cosas que digas. Dejamos pasar un par de días. Más reposados nos calmamos. Hablamos de que había que olvidar ocurrido, de que quedaba media temporada y cumplimos objetivos. Había que ser positivos", relata Suárez sobre la posCopa, al tiempo que valora su dicotomía en las posiciones de tres y cuatro. "Son circunstancias del equipo. Cuando hay lesiones hay que hacer lo que sea por el equipo. Si hace falta, de base o de pívot, a ayudar y que no se note la ausencia de otras jugadores. Por ejemplo, en Vitoria me tocó marcar en algún momento a Tibor Pleiss. Hay que ser mucho más intenso, es muy grande y muy bueno. Tienes que estar al 200%, es un jugador muy grande, tratar de defenderlo por delante para que no demuestre su superioridad física".

En el último cuarto en Vitoria Suárez anotó ocho puntos. Subió a 10 (de los 15 del equipo) en los 10 minutos finales ante el Barcelona. Una vena de killer que hasta ahora no había exhibido en Málaga el madrileño. "He tenido partido buenos en anotación, otros no tan buenos. Hay que dar unos mínimos, unos días no metes nada y tienes que ofrecerlo en otras facetas. En Murcia, por ejemplo, empecé metiendo mucho y después tuve que hacer otras cosas para ayudar. No se te olvida jugar al baloncesto si lo has demostrado antes. Hay que estar preparado para cualquier situación. Si el otro día hacían falta puntos, pues puntos. Si hay que defender a Pleiss, pues a defenderlo. En el momento caliente se trata de no dudar", afirma el ex madridista, que admite que su confianza ha crecido respecto a cuando llegó a Málaga: "Después de un año complicado quería coger esas sensaciones que tenía. En los últimos cuartos me gusta tomar responsabilidades. Es una lástima que no pudiéramos redondear con la victoria ante el Barcelona. Estamos en el camino y nos quedamos con lo positivo".

Cuestionado por las posibilidades de Top 8, Suárez aboga por ir "partido a partido, lo que dice Simeone. Es un tópico pero es la realidad, es un grupo complicadísimo. No es imposible", remató.