Txemi Urtasun comprendió la pasada semana que era inútil esperar al Unicaja porque no iba a jugar en Málaga la próxima temporada. Tomó conciencia cuando observó las fotos de la presentación de Will Thomas y vio que lucía su número durante las dos últimas campañas, el 10. Después de que no se hubiera ejercido el derecho de tanteo no hubo más comunicaciones con Urtasun, al que se le insinuó que se podía contar con él si se daban ciertas circunstancias, pero no fue así.

Así que el escolta navarro y sus agentes activaron las opciones que había en el mercado. Tenía una oferta interesante de la Bundesliga, pero ha optado por quedarse en España. Firma por dos temporadas por el Gran Canaria y cierra un curioso círculo. Aíto García Reneses pretendía entrenarle en Sevilla, pero el entonces Cajasol no igualó la oferta que presentó el Unicaja para adquirirle. Ahora sí estará a las órdenes del ex entrenador cajista en un nuevo proyecto en el que se intenta hacer crece un poco más al equipo canario, asiduo de la Copa y del play off en la última década.

Como ya se ha contado, Plaza, que acabó algo decepcionado con las prestaciones de Urtasun desde que llegara lesionado en la pretemporada pasada, pretende contar con un jugador más en la rotación exterior. No será Urtasun, habrá que ver si un joven canterano como pretende el club u otro tipo de jugador.