"Al pipí de tu perrito, échale un chorrito!". Con esta frase comienza la nueva campaña del programa de concienciación del Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento, Málaga cómo te quiero?!, que invita a los dueños de perros a llevar una botella de agua "con un poco de lejía" para desinfectar los orines de su mascota y que no se propague el mal olor en las calles. "Genera polémica porque estamos siempre dándole vueltas al detallito en lugar de quedarnos con lo sustancial, que es: haz algo para que la orina de tu perro no se quede ahí tal cual", señaló el responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, Luis Medina, en relación a la controversia generada por recomendar un producto que varios internautas en las redes sociales -el lugar donde se está llevando a cabo la mayor parte de esta campaña- alertaron de que podía poner en riesgo la salud del animal.

Lo cierto es que, además del posible daño para el perro, expertos consultados aseguran que la lejía no resulta del todo eficaz, ya que no elimina el olor de la orina, sino que lo disimula con el suyo. Además, la lejía cuenta con algunos componentes químicos que atraen a otros animales que terminan orinando en el lugar en el que se ha echado.

¿Por qué se ha puesto entonces en marcha una iniciativa que pone el foco en el uso de un producto que no es conveniente para cumplir con el objetivo que se propone? Según el responsable de Medio Ambiente, no se contactó con ningún experto para que recomendase el producto más indicado que debía usarse, sino que simplemente se dejaron guiar por las "costumbres" que tradicionalmente se aplican "en otras ciudades". Medina, en cualquier caso, prefirió no alimentar la polémica e insistió en que el mensaje que se trasmite está bastante claro. "Lo importante es que la gente tenga el gesto de no dejar el pis tal cual", dijo. "Lejía, Mistol, jabón o colonia, lo importante es que se limpie y no se deje en la calle", concluyó Medina.