El éxito turístico de la provincia de Málaga y el importante crecimiento que el aeropuerto de la Costa del Sol tiene como principal puerta de entrada a la comunidad, con casi 8,4 millones de pasajeros hasta la mitad de año, no esconde la existencia de ciertas sombras. En especial en lo tocante a la necesidad de más personal para atender la que fue una de las infraestructuras estrella del proyecto de ampliación del aeródromo: la segunda pista.

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) vuelve a denunciar los efectos adversos que la apertura limitada de este campo de vuelo está teniendo este verano. En concreto, el portavoz en la provincia de este colectivo, Raúl Delgado, fue claro al señalar que la demanda de vuelos en estos meses de verano es tal que necesitaría de la puesta en servicio pleno de la segunda pista. Sin embargo, ello no es posible porque "no tenemos personal suficiente para cubrir esas labores".

Cabe recordar que solo durante este puente del 15 de agosto el aeropuerto de Málaga -entre el viernes y mañana- tiene previstos 2.315 vuelos, con 392.622 plazas ofertadas. De éstos, el día con más vuelos y plazas fue el de ayer, con 493 operaciones y 84.123 asientos ofertados.

De acuerdo con los datos aportados por USCA, en momentos pico de vuelos en la capital malagueña, la segunda pista únicamente se abre en horario de mañana, quedando cerrada por las tardes debido a esa necesidad de más trabajadores. Un déficit que, según Delgado, acaba provocando momentos de cierta "congestión" de vuelos, demorando sus movimientos. Ello ocurre, apuntó, principalmente entre las 20:00 y las 21:00.

Según las estimaciones de la organización sindical, en el escenario presente el aeropuerto de Málaga debería contar con al menos 10 controladores más "a corto plazo" para responder satisfactoriamente a la demanda de vuelos. Un número que en el horizonte de "cuatro o cinco años" debería duplicarse. "Pero no ha venido nadie nuevo a Málaga, se ha dado prioridad a otros aeropuertos, caso de Barcelona, Palma de Mallorca... Y eso es un error, porque costará años solucionar el problema que tiene Málaga en este momento". Sobre ello, precisó que la formación de un controlador antes de que se pueda incorporar a su puesto es de al menos dos años.

A la espera de una mayor actualización de la información, la última información oficial aportada por el Gobierno, por medio de una respuesta parlamentaria fechada en mayo de este mismo año, confirmaba que la segunda pista se ponía en servicio "cuando los picos de actividad lo requieren (principalmente en temporada alta durante los fines de semana)". A lo largo del año pasado fueron 88 las jornadas en la que esta infraestructura fue utilizada, mientras que entre el 1 de enero y el 17 de abril pasado lo fue en otros diez días.

La construcción de la segunda pista supuso finalmente una inversión de 363,4 millones de euros, 120 más de los inicialmente previstos tras la adjudicación de los trabajos. Esta significativa variación se debió, según el Ejecutivo, a "varios modificados, revisiones de precio y la liquidación", sin especificar a qué se corresponde cada uno de los conceptos.