La Gerencia de Urbanismo parece haber encontrado una vía mediante la que desbloquear el proyecto de construcción del hotel diseñado por Rafael Moneo en Hoyo de Esparteros. Tras varios meses de negociaciones con la empresa promotora, el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, admitió ayer que la demanda realizada por la firma privada para modificar el fórmula de pago del convenio urbanístico rubricado en su día, que fijaba una aportación de 4,8 millones de euros, "puede tener encaje jurídico".

Ello supone un paso clave para el desbloqueo definitivo de una operación amparada desde hace años por el Ayuntamiento, que ve en la misma una oportunidad de regeneración de ese entorno. Para abordar este asunto, Pomares mantuvo ayer una reunión con el gerente de Braser, José Luis López. "No hemos cerrado aún el tema, pero hemos avanzado", dijo el edil del PP, quien insistió en la existencia de "avances positivos; parece que tendría encaje legal".

La propuesta de la mercantil, puesta sobre la mesa a mediados de año, implica el abono de una parte de la deuda en metálico, 2 millones de euros, y el resto mediante la entrega del edificio de oficinas programado en la parcela. El escollo que aún ha de superarse para allanar definitivamente el camino a la propuesta reside en las valoraciones que finalmente se hagan sobre este inmueble de uso terciario, que será el que reproduzca la imagen de la antigua pensión de La Mundial.

"Siguen faltando pasos, porque hay que ver la equivalencia del metro cuadrado y del valor de los terrenos", expuso Pomares, quien valoró la aportación de un inmueble para oficinas, dada la existencia de una demanda creciente de este tipo de usos por parte de inversores. "Estamos cerrando puerta a puerta", expuso. Meses atrás Braser desechó una contrapropuesta realizada por Urbanismo consistente en la entrega del suelo previsto para la nueva Mundial (de 552 metros de techo y valorado en casi 1,5 millones) y el abono en metálico de algo más de 3,6 millones.

La previsión es que ambas partes vuelvan a verse las caras en dos semanas. El concejal sí apuntó que si finalmente se avala la solución ello no debe implicar una modificación del planeamiento urbanístico, "porque si lo que se renegocia es la deuda no haría falta".