Una loa al cachondeo

Deporte | Una competición llena de color

Cerca de 10.000 personas participan en la segunda edición de la Holy Run o carrera de los colores

Una loa al cachondeo
Una loa al cachondeo
S. Sánchez

27 de febrero 2017 - 02:24

Málaga/Mientras algún que otro despistado se esforzaba, zancada a zancada, en cubrir la distancia marcada como objetivo, decenas de jovenzuelos, ataviados con tutús y calzados de zapatillas de deporte, los que más, corrían barnizados de colorines, manchados hasta las cejas de tinte. La estampa hubiese espantado al común de los mortales si no fuese porque tan peculiar expresión deportiva poco o nada tenía que ver con el ejercicio sino con el cachondeo y la diversión.

Porque, grosso modo, esa es la única y objetiva pretensión de la Holy Run, también bautizada como la carrera de los colores. Una denominación que le hace plena justicia. Del orden de 10.000 personas compitieron ayer no por llegar primeros a la meta, sino por pasarlo bien. Y, por lo visto, las ganas de jolgorio lejos de desvanecerse con el final del carnaval se mantuvieron intactas durante toda la mañana.

"Esperamos mucho polvo, mucho polvo", repetía al inicio de la fiesta Yasmine, acompañada de Nazaret, Rocío, Cristian y Miriam. "Y faltan tres", comentaba. "Venimos a pasarlo bien y mancharnos mucho", coincidían. A unos metros de este grupo se reunía otro de una edad variopinta. Niños de pocos años y adultos que ya mostraban las primeras marcas coloridas en su ropa. "Venimos un grupo de amigos a divertirnos, a conocer la experiencia", explicaba Karem. Ella, como el resto de los miles de participantes, apuntaba que lo que esperaba era "diversión y pintura".

Y diversión y pintura tuvieron en los cerca de 5 kilómetros del recorrido oficial. Trayecto que muchos recortaron significativamente cuando el pelotón pasaba junto a los bares de la zona de Parque Litoral. Sea como fuere, todo apunta a que el año que viene, de nuevo, Málaga acogerá la Holy Run. La valoración que se hace desde el Ayuntamiento es del todo favorable. "Este tipo de eventos deportivos que se plantean como una fiesta siempre son positivos porque permiten enganchar a gente (muchos jóvenes sobre todo) a la práctica deportiva con esa excusa", valoraba Elisa Pérez de Siles, concejala de Deportes.

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