Desde su nacimiento en 2010, la Joven Orquesta Barroca de Andalucía (JOBA), creada e impulsada por la Orquesta Filarmónica de Málaga, ha servido de inestimable aliado para la formación de jóvenes músicos de la comunidad de entre 17 y 22 años en la introducción a los repertorios, instrumentos y registros barrocos. El proyecto ha cumplido desde entonces sus objetivos con conciertos en diversos auditorios nacionales y la proyección de sus miembros, pero no han faltado dificultades que han obligado en alguna ocasión a retrasar los planes previstos, resueltas finalmente gracias a la entrada en juego de patrocinios privados y a la complicidad de aliados como La Térmica, que presta sus instalaciones tanto para las actuaciones de la orquesta como para sus encuentros formativos. Precisamente, la última formación de la orquesta (que renueva sus filas al completo cada dos años) se despidió el pasado julio en el auditorio Edgar Neville con un monográfico dedicado a Haendel. La que ahora toma el relevo, tras las pruebas de selección pertinentes, se presentará el 9 de septiembre con un concierto en un marco especial: el patio central del Museo de Málaga.

El carácter especial de la cita se advierte en una doble dirección: será el primer concierto de la Joba en este enclave y también será la primera vez que el Museo de Málaga, tras su inauguración el pasado diciembre, acoja una actividad musical de este calibre. Bajo la dirección de Barry Sargent, los nuevos intérpretes de la JOBA (ocho violines, tres violas, tres violonchelos y un clave) brindarán un programa que incluye Il pianto d'Arianna de Locatelli, el Concerto Grosso nº 7 en Re mayor de Corelli y el Concerto Grosso nº 3 en Fa mayor de Scarlatti. El concierto comenzará a las 20:30 con entrada libre hasta completar el aforo: la ocasión la pintan calva, por tanto, para que el órdago de la Joba perdure y se amplíe; con algo más de vidilla, de paso, para la Aduana.