marc montijano. Artista

"Hay mucha actividad, pero al artista le siguen pidiendo colaboración gratuita"

  • El creador, conocido por sus 'performances' de desnudos, participa en la feria Art&Breakfast que se inaugura hoy

Marc Montijano, ayer, en la calle Alcazabilla.

Marc Montijano, ayer, en la calle Alcazabilla. / marilú báez

En la habitación 203 del Room Mate Larios y de la mano de Hidden Gallery, el artista Marc Montijano muestra desde hoy la instalación Usted no puede comprar mi obra, la pieza más cara del mundo. "Le puse un precio de 300 millones de euros, es una crítica al mundo del arte", dice el malagueño nacido en Barcelona. Su participación en Art&Breakfast se reafirmará mañana a las 20:00 con la performanceEl Demiurgo.

-¿En el arte actual más vale el buen marketing que la calidad?

El arte se parece cada vez más a la gestión cultural, tienes que ser un producto, como si vendieses un yogur"Busqué una estética que fuera un poco perturbadora, si captas la mirada puedes introducir tu mensaje"

-Sí, así es. Galerías y museos se ponen de acuerdo para subir a un artista, hay creadores que crean una sociedad para pujar en las subastas por sus propias piezas, hay ciertas trampas, resulta rentable hacer crecer la obra.

-¿Entonces la reflexión, la creatividad, la técnica, influyen menos que promoción?

-Influye poco. Lo más importante es entrar en el sistema y el problema es que muchos artistas lo saben y ya no se esfuerzan tanto en crear obras de calidad y originales como en gustar al sistema.

-¿En esta sociedad de la información, con las redes y la conectividad global, cuesta ser original?

-Sí que cuesta, pero hay que serlo. El mundo del arte se parece cada vez más a la gestión cultural, tienes que ser un producto, como si vendieses un yogur. Es triste pero funciona así. Tienes que tener una imagen muy marcada para destacarte y diferenciarte del resto, sino no tiene ningún sentido. Por ejemplo, yo tengo mi universo propio, espiritual, con una serie de elementos fijos, simbólicos de los que no me muevo.

-¿Ese universo ya es su marca?

-Efectivamente. Los desnudos, las cuerdas, los sacos... son mi universo. Esto en parte te maniata pero también te permite seguir jugando en este mundo, de otra manera es imposible.

-¿Encontró sus claves y ahora se mueve alrededor de ellas?

-Antes de hacer la primera acción de Metamorfosis había hecho distintas performances, una serie de pinturas, pero pensé en un proyecto, en los elementos que iba a utilizar, cómo iba a ser, la filosofía que iba a emplear, la he ido ampliando, pero ya la había pensado, para poder salir al mundo con una idea muy clara.

-¿Por qué cuerpos desnudos, sacos y cuerdas?

-Busqué una estética que fuera un poco perturbadora, que llamara la atención. Si captas la mirada puedes introducir tu mensaje, lo que quieres decir. El saco despersonaliza, porque yo no hablo de ti ni de mi, sino del ser humano en general, que tiene que evolucionar, somos todos uno. El desnudo me sirve para retratar el interior, el mundo espiritual que se desprende de todo lo material, es un nuevo nacimiento. Las cuerdas envuelven al cuerpo como una larva. Son esa parte material que tienes que quitar en esa evolución.

-¿Sobre qué temas reflexiona en su obra?

-Parto de que el ser humano está embrutecido y que se focaliza solo en la parte material, eso hace que tengamos esa maldad, ese egoísmo, raíz de muchos de los problemas sociales de los que hablo. He hecho piezas sobre la violencia de género, sobre inmigración... en casi todas las acciones tengo un tema de base que es mi mundo y un tema social más de actualidad.

-¿Le cuesta encontrar modelos?

-No. En el CAC estuve año y pico haciendo acciones cada mes y la verdad es que no me cuesta conseguir modelos. La mayoría son gente que conectan con mi mundo, me escriben, hablo con ellos, ven que el desnudo no tiene un sentido erótico, ven que el interés que tengo es otro. Me escriben desde todo el mundo.

-¿Cuántos desnudos ha llegado a reunir?

-El máximo han sido 30. A veces ha participado gente ajena a mi mundo, un profesor de universidad que le gusta lo que hago y quiere vivir la experiencia sin que nadie lo sepa, galeristas, médicos...

-¿Se puede vivir hoy del arte?

-En España la gran mayoría de artistas no pueden ser ni profesionales, tienen que tener otros trabajos, lo cual es tristísimo. Ha habido una ebullición cultural, se han abierto muchos museos, se hacen muchas actividades pero, en la mayoría de los casos, piden a los artistas una colaboración gratuita. Siendo Málaga la ciudad de los museos conozco a muy pocos que no tengan otros trabajos. Nosotros sobrevivimos con esto desde 2010, pero porque llevamos una vida muy austera. Soy un poco monje aunque vaya disfrazado de moderno. Pero esto es una rareza.

-¿Málaga tiene tan buena posición en el arte como se dice?

-Sí. Empezó el CAC trayendo a artistas internacionales que pusieron a Málaga en el mapa. Luego siguieron los demás. Creo que Málaga está tras Madrid, Barcelona se ha apagado mucho. Aunque me quejo porque habría que pensar en proyectos para el artista. Hay que entender que el presupuesto no es sólo para mantener la institución y los que trabajan en ella, si quieres hacer actividades tienes que pagar ese contenido y no estamos acostumbrados a pagarlo.

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