Cultura

Por 147 años de escena y música

  • Ante el aniversario del Teatro Cervantes de Málaga el próximo domingo 17

El Teatro Cervantes de Málaga, con el recién restaurado telón original de Bernardo Ferrándiz.

El Teatro Cervantes de Málaga, con el recién restaurado telón original de Bernardo Ferrándiz. / guillermo mendo

El día 17 de este mes de diciembre es el cumpleaños de nuestro Teatro Cervantes; ese día el Teatro cumplirá 147 años. Fue el 17 de diciembre de 1870 cuando el Teatro Cervantes abrió sus puertas por primera vez. Pero como cumplir 147 años no es un número de esos redondos, contundentes, pues no se le hace mucho, o ningún caso. En estos días presentes lo que corresponde es hablar del deseado-necesario Auditorio.

El Teatro Cervantes siempre ha sido un teatro muy tímido y muy discreto. En el transcurso de estos 147 años, el Teatro, disciplinadamente, se ha aplicado y dispuesto diligentemente a representar óperas, zarzuelas o gran ballet y danza contemporánea, cuando tocaba, teatro de alta tragedia o comedia cuando venía al caso, o proyectar cine cuando los tiempos lo solicitaron. Y no es que fuera un teatro modesto, no, todo lo contrario, el Teatro Cervantes tiene sus ancestros en la mejor familia teatral europea, de allá por el siglo XVIII, nada menos que descendiente del Teatro San Cassiano, de Venecia, teatro que abrió sus puertas en 1637, y que fue construido por el arquitecto renacentista veneciano Andrea Palladio. El Teatro Cervantes es obra del arquitecto Gerónimo Cuervo, en 1870, y rehabilitado por el arquitecto José Seguí, en 1986-87, proyecto que fue declarado premio Europa Nostra 1987, por la Unesco.

Pues sí, el Teatro Cervantes tiene la porte de un teatro a la italiana de forma de herradura, de un teatro pensado muy especialmente para la representación operística. Cuando nace el Teatro Cervantes, muchos importantes teatros se habían construido siguiendo este patrón arquitectónico de teatro a la italiana: el Teatro di San Carlo, de Nápoles (1737), el Teatro alla Scala, de Milán (1778), el Gran Teatre del Liceu, de Barcelona (1847), el Teatro Real, de Madrid (1850), y el Staatsoper, de Viena (1869), entre otros muchos.

Realmente, el Teatro Cervantes, donde se siente a gusto es en las puestas en escena del teatro lírico: la ópera y la zarzuela, no hay que olvidar que fue concebido para este tipo de espectáculos. Y donde más incómodo se siente es en los conciertos sinfónicos, su acústica no le acompaña. El Teatro Cervantes es un espacio ideal para ofrecer ópera, zarzuela, opereta: el teatro musical. Solo apunto dos cuestiones que creo debería considerar el Teatro para redondear, en calidad, su oferta lírica: primero, la ampliación del espacio escénico, añadiendo al escenario con sus hombros, una chácena al fondo del escenario, cuestión ésta que su actual configuración arquitectónica lo permite y que le dispondría para acometer una mayor espectacularidad en sus montajes; segundo, un esfuerzo para dotar de mayor presupuesto la contratación de los cantantes solistas y del director de orquesta, lo que añadiría mayor atractivo a su programación, por el lado artístico.

Y es que Málaga tiene mucha suerte al disponer de un teatro, como el Teatro Cervantes, que ofrece teatro lírico (ópera, zarzuela, etc) de una calidad media alta, que cuenta con la Filarmónica de Málaga de altísimo nivel profesional y artístico, el Coro de Ópera de carácter semiprofesional y una capacidad de resolución artística muy alta, el Departamento de Canto del Conservatorio Superior de Música que está formando a cantantes que obtienen un gran reconocimiento artístico a nivel nacional e internacional, y el Departamento de Dirección Escénica de la Escuela Superior de Arte Dramático que trabaja la especialidad de teatro musical, con extraordinarios resultados. Sí, el Teatro Cervantes puede caminar, y creo que camina de nuevo, en las mejores condiciones hacia la normalización y el crecimiento de su temporada lírica, para disfrute de los malagueños y de los que nos visitan, con títulos de mucho interés para el público, unas puestas en escena muy eficaces y adecuadas a sus posibilidades técnicas, unos costes de las producciones razonables y asequibles, y una incorporación de los recursos artísticos locales muy inteligente.

En el día del 147 Aniversario de la creación del Teatro Cervantes deberíamos expresarle a éste nuestra felicitación, y también desearle que no pierda su razón de ser, para que nos siga ofreciendo buenos espectáculos de teatro lírico, durante muchos años.

¡¡¡Muchas Felicidades, Teatro Cervantes!!!

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