Vivir

Estampa clásica para los 75 años de Humillación

  • La corporación perchelera recorrió su barrio sobre su trono de procesión tras iniciar su salida al atardecer

Estampa clásica para los 75 años de Humillación

Estampa clásica para los 75 años de Humillación

A la vera del río Guadalmedina, los colores blanco y negro del escudo dominico se hacían presentes en cada esquina. 75 años después de salir de las gubias del imaginero Francisco Palma Burgos, la talla de Jesús de la Humillación recorría las calles de un barrio que, a pesar de perder bajo la piqueta su estampa clásica, mantenía en Santo Domingo a uno de sus principales trozos de historia.

La celebración de la liberación del preso por la cofradía de El Rico no mermó el público que recibió a la corporación nazarena con la luz del atardecer en la plaza Fray Alonso de Santo Tomás. Las puertas se abrieron a tiempo para recorrer bajo la sombra del templo los primeros metros hacia las pérgolas, con todos sus hermanos preparados para una efeméride especial.

El trono de Jesús de la Humillación se presentó exornado con claveles rojos y con la imagen revestida con su tradicional túnica blanca y cíngulo y potencias doradas, en una estampa clásica que no ha perdido su esencia con el paso de los años.

La primera de las citas celebradas durante su recorrido tuvo lugar en el interior del propio templo dominico, donde la Congregación de Mena hizo posible el reencuentro entre las dos tallas de Palma Burgos que recuerdan la Pasión y la Buena Muerte de Cristo.

Al salir, los aplausos recorrieron el río seco como un escalofrío que recuerda la efeméride a celebrar. El cortejo esperó con paciencia al encuentro de Jesús de la Humillación con la Virgen de los Dolores del Puente Coronada. Los hermanos de la corporación del Lunes Santo y los congregantes de Mena hicieron sonar las campanillas ante la imagen del Cristo que llegaba al encuentro de la Dolorosa.

Finalizado el acto protocolario, la comitiva retornó para continuar hacia calle Hilera. En el encuentro con Dolores Carrera, el nazareno verde que nunca deja de mirar a la Esperanza, se vivieron momentos emotivos al visitar a la tercera corporación perchelera que su recorrido contemplaba.

Los hermanos de la corporación, dentro del maltrecho Perchel, hicieron especiales otros momentos del recorrido. A los sones de la banda de cornetas y tambores de Jesús Cautivo llevaron al Cristo hasta el Llano de Doña Trinidad, donde se adornaron balcones y fachadas para corresponder al acto que se mantuvo frente a la comisaría de la Policía Local. El cortejo llegó pasadas las dos de la madrugada de vuelta al templo dominico.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios