Crisis por la falta de agua

El campo espera ayudas mañana en la Mesa de la Sequía

Embalse de La Viñuela en Málaga.

Embalse de La Viñuela en Málaga.

A falta de precipitaciones, lo que más espera en estos momentos el sector productor andaluz es la reunión de la Mesa de la Sequía, que ha sido reclamada insistentemente y, finalmente, está convocada para mañana.

La situación es extrema en prácticamente todos los cultivos y los que están ya seriamente comprometidos son: cereales y las leguminosas, tanto en su rendimiento final como a nivel económico; girasol, merma en las campañas del olivar; cultivos leñosos con rebajas en las expectativas de producción; frutas y hortalizas como la sandía han dado ya la voz de alarma; mientras se ve imposible la siembra en el Guadalquivir, uno de los pilares de la industria agroalimentaria andaluza; la ganadería está también sufriendo las consecuencias de ésta falta de agua y las producciones de pastos y forrajes se están viendo muy diezmadas.

Ante esta situación los ganaderos han acudir a los piensos compuestos con el consiguiente incremento de los costes de producción. Y también están peligrando cultivos de invierno como remolacha, ajos y cebollas, que se perderán si no llueve en los próximos días.

Los datos de COAG indican que se encuentran en sequía excepcional las comarcas “De la Janda” en Cádiz y “Sierra de Segura” en Jaén. En sequía extraordinaria las comarcas “La Costa” en Granada; “Andévalo Oriental” y “Condado Campiña” en Huelva; “La Loma”, “Mágina”, “Sierra de Cazorla” y “Sierra Sur” en Jaén y “La Vega” y “Las Marismas” en Sevilla y otras 28 comarcas padecen sequía moderada o severa.

En estos momentos la situación de las reservas de agua en los embalses tan solo llega al 51,5% en el cómputo general, por debajo de la media de la última década, y en casos como las cuencas del Guadalquivir o del Guadiana, al 25,6% y al 34,6% respectivamente. Pero lo más importante es que los embalses de uso consuntivo -aquellos cuyo fin es el consumo humano y la agricultura- se están hoy al 43,3% y por tanto los cultivos de regadío se van a ver seriamente comprometidos.

Mañana se reúne la mesa de la sequía, convocada por el subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abati García-Manso. El Ministerio pretende con esta reunión evaluar la incidencia de la sequía en el sector agrario, al igual que en la última reunión técnica, celebrada el pasado 30 de marzo, e intercambiar información con los afectados.

Las demandas de los afectados

Bajo la presidencia del subsecretario, se reunirán las organizaciones profesionales agrarias, cooperativas agroalimentarias y comunidades de regantes, además de representantes de los Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Transición Ecológica y Reto Demográfico, así como las comunidades autónomas. El clima de oficialidad no restará fuerza a las demandas de los afectados, que llevan avisando y reclamando medidas desde hace muchos meses.

El secretario general de Feragua, Pedro Parias, destaca que con la aislada excepción de 2018, desde el año 2014 está lloviendo muy poco, y llevamos varios años consecutivos sufriendo fuertes restricciones, “por lo que no se puede decir que la situación hidrológica nos haya cogido por sorpresa”. Denuncia que, pese a esta situación, ni una de las presas aprobadas en los últimos tres planes hidrológicos ha pasado siquiera el trámite medioambiental y advierte que, con toda la probabilidad, “las restricciones llegarán a los sistemas de abastecimiento a partir de octubre”.

“La opinión pública -agrega Parias- no es consciente de que ahora mismo se están vertiendo al mar volúmenes importantes de agua que podrían ser fundamentales para garantizar el abastecimiento humano. Y pienso que las administraciones son conscientes del disparate, pero no se atreven a tomar decisiones lógicas y racionales, hasta corregir con el cambio de la normativa los actuales indicadores de sequía prolongada, que son a todas luces erróneos”.

El secretario general de Feragua, reclama medidas paliativas de tipo económico, fiscal y laboral, y medidas de gestión como agilizar las herramientas de cesión de derechos del agua, a fin de facilitar el mejor uso posible de los escasos recursos disponibles. Considera prioritario también emprender algunas obras a corto plazo que permitan disponer de nuevos recursos, como pozos de emergencia, conexiones de estaciones depuradoras y desaladoras a los puntos de consumo, y algunos proyectos de emergencia que afectan al regadío, como, por ejemplo, la toma del canal de Jabalcón en Granada. E igualmente, es preciso tener un especial celo en el control de los riegos alegales.

A medio plazo, Pedro Parias indica que necesitaríamos un plan de fomento e incentivo de balsas de riego para aprovechar las aguas de escorrentías y optimizar la explotación de los recursos para el regadío. “En un año, daría tiempo a ejecutarse muchas de ellas, y podrían ser claves para la próxima campaña”, añade. La Mesa de Interlocución Agraria, en su última reunión con la asistencia telemática de los representantes de Asaja, COAG, UPA y Cooperativas-Agroalimentarias de Andalucía, ha reclamado la renovación y adopción de nuevas medidas y rebajas fiscales que contribuyan a aliviar la falta de agua que sufren los agricultores y ganaderos andaluces.

El presidente de Asaja, Pedro Barato, explica que la alarmante situación de falta de precipitaciones y los bajos niveles de agua embalsada hacen necesaria la adopción de medidas urgentes, que de forma coordinada con el resto de administraciones autonómicas y locales, vengan a paliar la grave realidad en que nos encontramos.

Miguel López, secretario general de COAG Andalucía, no duda en lanzar un SOS y advertir de la gravedad de la situación del sector. En este sentido, afirma que “hasta aquí hemos llegado. Ya no podemos garantizar empleos, ni siquiera los nuestros, así como ya no tenemos más capacidad de endeudamiento -el sector requiere de altas inversiones y está híper hipotecado- y no podemos hacer frente a las deudas”. Miguel López señala que “el Gobierno está mirando para otro lado y de brazos cruzados mientras se muere un sector estratégico para Andalucía y para todo el país”. “Ya sólo nos queda salir a la calle y pedir auxilio al Gobierno y a la Junta de Andalucía, que no termina de concretar medidas, así como el apoyo de todos los ciudadanos. Y es que está en juego nuestra soberanía alimentaria y la salud de todos”.

En este sentido, el responsable de COAG Andalucía ya está en contacto con los demás representantes del sector para iniciar, lo antes posible, un proceso de movilizaciones contundente en unidad de acción, que no va a parar hasta que se tomen las medidas necesarias para salvar a este sector estratégico.

Olivar

Desde Jaén UPA reclama agua de forma urgente para el olivar, no sólo para tener próxima cosecha de aceite de oliva, sino ya incluso para su supervivencia. “En los ríos no regulados como el Guadalbullón, la situación es más excepcional si cabe puesto que no puede esperar a que la Comisión de Desembalse autorice una campaña de riego que, para los olivareros de Cambil, Pegalajar, La Guardia y Villargordo no existirá”, señala la organización que reclama a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que constituya la Mesa del Guadalbullón y permita sacar agua del río Guadalbullón para el riego de forma inmediata.

UPA Jaén y la Asociación Andaluza de Regantes (Asare) han registrado en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la petición de un riego urgente para salvar las cosechas de ajos y cebollas en Baeza, Begíjar y Torreblascopedro. En el escrito, ambas organizaciones piden que el organismo de Cuenca proceda “de inmediato” a la autorización de una dotación de emergencia de agua para que los agricultores y agricultoras de las zonas regables de Baeza, Begíjar y Torreblascopedro puedan realizar unos riegos “de extrema urgencia” que eviten la pérdida de los cultivos. Además del escrito, la petición se le ha trasladado en persona al presidente del organismo de Cuenca, Joaquín Páez.

La Comisión Permanente de Adversidades Climáticas y Medio Ambientales, cuya presidencia recae en el Ministerio de Agricultura Pesca Alimentación, sigue la situación climática desde el inicio del año hidrológico (del 1 de octubre y al 30 de septiembre).

El pasado 30 de marzo se reunió a nivel técnico, con personal de los ministerios implicados, en concreto, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), de la Dirección General del Agua, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, así como del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

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