Entrevista a Fermín Flores, director territorial de Agroseguro en Andalucía

“Contar con seguro en el campo es cada vez más importante y necesario”

  • El responsable regional explica que se está en momento de plena contratación de los módulos de primavera, que son los que ofrecen cobertura frente a los daños por pedrisco

Fermín Flores, director territorial de Agroseguro en Andalucía.

Fermín Flores, director territorial de Agroseguro en Andalucía.

–¿Cómo ha sido el primer cuatrimestre?

–Como todos los años, impredecible. Tras un periodo sin lluvias, en marzo la situación ha cambiado y aunque no será suficiente para toda la cosecha, por ejemplo, de cereal, ha dado un respiro a la situación general. Ahora toca esperar, que siga lloviendo por el bien de la región, y que el pedrisco respete a nuestros agricultores.

–¿Ha cerrado Agroseguro las cifras de siniestros de 2021?

–Sí, sin duda. Las indemnizaciones abonadas a los agricultores y ganaderos andaluces se han incrementado un 75% durante el pasado año, hasta los 56,3 millones de euros.

–¿A qué se debe el incremento?

–A la alta siniestralidad del pasado año. Recordamos que comenzó con fuertes heladas, que generaron graves siniestros en los cítricos de Córdoba y Sevilla, y tormentas de viento que dañaron las producciones almerienses. Con la llegada de la primavera y el verano, el pedrisco ha sido protagonista con daños muy graves en infinidad de cultivos.

–¿Tan graves son los daños por pedrisco?

–Absolutamente, porque es un riesgo al que nos enfrentamos todos los años sí o sí. De hecho, en el total nacional se rozan los 1.000 millones de euros abonados a los agricultores asegurados en los últimos cinco años, ya que una DANA, una helada o una ola de calor extrema son siniestros puntuales en el sentido de que tienen una fecha de inicio y otra de final, pero las tormentas de pedrisco se registran continuamente, no hay escapatoria.

–¿Qué producciones andaluzas se ven afectadas?

–El año pasado, por ejemplo, sufrieron siniestros por pedrisco las producciones de hortalizas de Granada y Almería, y en el caso de Almería también sus frutales y cítricos; las producciones cordobesas de cereales y, sin duda, el olivar, en numerosas provincias: Jaén, Sevilla, Málaga, Córdoba o Granada. Según la época también puede haber daños en caqui, en fresa y fresón, viñedo…

–¿Este año 2022 ya se ha producido la primera tormenta de pedrisco?

–Sí, de hecho, hemos recibido casi 200 partes de siniestro por pedrisco procedentes de todas las provincias andaluzas. La estimación de indemnizaciones ya rozan el millón de euros en 2022 y ni siquiera ha comenzado la etapa más grave, que es cuando llega el calor fuerte y se forman las tormentas en las últimas horas del día.

–¿Un agricultor aún está a tiempo de protegerse frente al pedrisco?

–En algunas líneas de gran importancia para la economía andaluza estamos en momento de plena contratación de los módulos de primavera del seguro agrario, que son los que ofrecen cobertura frente a los daños por pedrisco. Por ejemplo, en todos los cultivos herbáceos –cereales, legumbres o colza- que son auténticos motores económicos para comarcas enteras de Sevilla, Córdoba, Cádiz…

–¿Y el olivar?

–También, hasta el 30 de junio. Aunque, claro, es recomendable tener la póliza cerrada cuánto antes por si regresa el pedrisco temprano.

–¿Es caro proteger el olivar frente al pedrisco?

–Cada persona tiene que valorar si le resulta caro o barato, pero, en mi opinión personal, no es caro. Según los datos que manejamos, para una olivarero de Jaén, que asegura un valor de producción de 2.000 euros por hectárea, suscribir el módulo de pedrisco -el que llamamos módulo P- puede costarle entre un 1% y 2% del valor de producción. Es decir, por un 2% del valor se evita la incertidumbre de estar cinco o seis meses con la preocupación de si un pedrisco le va a destruir parte de la cosecha. Además, también le incluye otros riesgos excepcionales, como los daños por fauna, incendio, viento…

–En el caso del olivar, la implantación del seguro tiene margen de crecimiento

–Se han realizado muchos esfuerzos que ya se incluyan en el actual plan de seguros agrarios, como el adelanto del inicio del periodo de garantías para pedriscos de elevada intensidad, la posibilidad de elegir la cobertura de daños en plantación por resto de adversidades climáticas en el módulo P primaveral o la mejora de la valoración de daños en plantación sin repercusión en el coste del seguro. Todo el sector está implicado, también la administración, en la mejora del seguro con el objetivo de fomentar la cobertura. No podemos olvidar los daños que causó la borrasca Filomena en el olivar y que van a tener repercusión en varias cosechas, los pedriscos del pasado verano… o la doble DANA que se sufrió en pleno verano y que descargó a muy pocos kilómetros de nuestro olivar. Si se hubiera sentido aquí, los daños serían inimaginables. El seguro agrario te evita esa incertidumbre, da tranquilidad al agricultor, le ofrece garantía de que su explotación podrá seguir funcionando tras un siniestro grave.

–¿El aumento de la siniestralidad provoca que el precio del seguro se haya encarecido?

–Los datos muestran que no. Mientras que el capital asegurado en Andalucía se ha incrementado un 14% en los últimos cinco años, hasta superar los 2.475 millones de euros, y las toneladas aseguradas se han incrementado casi un 9%, el coste medio del seguro para los agricultores y ganaderos andaluces ha descendido un 6,5%. Eso, sin descontar la subvención que otorga a posteriori la Junta de Andalucía. Por tanto, en los últimos años las cifras confirman que el seguro no se ha encarecido de manera generalizada.

–¿Y ese incremento de la siniestralidad del seguro también va vinculado al incremento de la contratación de seguros?

–Sí y no. Es decir, hay un aumento de los fenómenos meteorológicos graves, nevadas históricas, heladas, tormentas de lluvia, viento y pedrisco, inundaciones, olas de calor e incluso ya nos hemos acostumbrado a qué significa una DANA. Ante esta situación, crece el riesgo y la incertidumbre de la gente del campo, y por ello, crece el aseguramiento.

–¿Lo hizo en 2021?

–Todos los años hay líneas que crecen y decrecen, es una variabilidad habitual. Pero en líneas generales, crece el aseguramiento en cítricos, cultivos tropicales y subtropicales como el aguacate, las hortalizas, los frutos secos, la uva de mesa o el viñedo, y se mantienen estables en el caso de los cultivos herbáceos o el olivar.

–¿Tiene garantizado el futuro el seguro agrario?

–No podemos olvidar que el cambio climático es ya una realidad que hace que el seguro sea cada vez más importante y necesario. Por eso, es importante que el sistema español de Seguros Agrarios Combinados se mantenga sostenible, y que las opiniones sobre su mejora se hagan siempre desde posturas constructivas. No hay duda de que hay un compromiso común de todo el Sistema por su futuro, y además gran interés desde la administración pública estatal y andaluza, así como desde el sector, que más allá del ruido, está satisfecho.

–¿Cómo lo perciben ustedes?

–Gracias a nuestro contacto constante con los agricultores y ganaderos asegurados, que no solo te lo transmiten en el campo, sino también en las encuestas de calidad, que otorgan un notable al conjunto del seguro agrario, con aspectos como la rapidez en el pago de las indemnizaciones o la atención al cliente, que alcanzan el sobresaliente.

–Esa rapidez de pago… ¿con qué cifra se puede explicar?

–Durante 2021 y como media, las indemnizaciones se han abonado 31 días después de realizar la tasación definitiva de un siniestro. Eso significa que a menudo, los asegurados reciben la indemnización incluso antes del momento en el que hubieran recibido pago por su cosecha en el caso de no haber sufrido siniestro, lo que se traduce en gran estabilidad financiera para sus explotaciones en un momento tan complicado como las semanas después de sufrir un siniestro.

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