La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, avanzó ayer en el Parlamento que se ha creado un grupo de trabajo técnico para revisar el sistema autonómico de becas, fundamentalmente la 6000 y la Segunda Oportunidad, con el objetivo de mejorar su efectividad y ampliar su cobertura. La Junta estudia así, entre otras cuestiones, una rebaja de los umbrales de renta exigidos para la concesión de las ayudas sufragadas con fondos propios. Los presupuestos de la Junta para el 2016 destinan 47,1 millones a las becas autonómicas. Adelaida de la Calle afirmó que este dinero garantiza que todo el alumnado solicitante que cumpla los requisitos tenga acceso a la ayuda correspondiente.

La Beca 6000 fue implantada por la Junta en el curso 2009-10 para facilitar la permanencia en el sistema educativo del alumnado que ha finalizado la Educación Secundaria Obligatoria y pretende cursar Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio de Formación Profesional en la modalidad presencial. La puesta en marcha de esta ayuda ha permitido que más de 44.000 alumnos hayan conseguido realizar estudios posobligatorios. La titular de Educación subrayó que el número de beneficiarios se ha triplicado desde los 3.697 del primer año a los 10.800 estudiantes que se estiman para este curso.

Por su parte, la Beca Segunda Oportunidad (BASO), creada en el curso 2011-12, se concibe para evitar el abandono educativo temprano y está destinada a jóvenes entre los 18 y 24 años. La Consejería prevé este curso que unos 600 alumnos reciban estas ayudas.

La Beca Adriano, que se concede desde el periodo escolar 2013-14, está dirigida al alumnado excluido de la convocatoria general de becas por el motivo de no alcanzar la calificación (5,5).