El abastecimiento de agua para consumo urbano está garantizado durante el próximo año en la Cuenca del Guadalquivir, hasta dos si se continúan las medidas de ahorro y la planificación puestas en marcha frente a la sequía. Así lo asegura el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien destaca las decisiones tomadas en la cuenca en los últimos tres años "para que en ningún caso se ponga en riesgo el abastecimiento urbano".

Los embalses de la Cuenca del Guadalquivir se encuentran al 20% de su capacidad, la demarcación en peor estado de todo el país junto a la del Guadiana, aunque esta situación de escasez se extiende a todo el país, ha remarcado Morán este miércoles en el Foro Joly celebrado en Sevilla con el patrocinio de Martín Casillas. "Este fenómeno va a ser cada vez más recurrente" ante los efectos del cambio climático. Y frente a él, la solución a juicio del secretario de Estado no pasa por seguir construyendo embalses. 

"España es la quinta a nivel mundial por su capacidad de almacenamiento, el primer país de Europa. Nuestra regulación de los ríos ha agotado probablemente su capacidad. Pero la media de embalsamiento real está en el entorno del 60%", explica. No hay un problema de falta de infraestructuras de almacenamiento, sino que "cada vez menos hay menos precipitaciones y por tanto un régimen de reposición de curva descendente".

Aunque, ha puntualizado Morán, sí se pueden construir "tres grandes embalses que mejorarán la capacidad de respuesta: son ahorro, eficiencia y reutilización". Con una media estatal de pérdidas en las redes de abastecimiento de un 15% del agua que circula por ellas, se podrían rescatar hasta 750 hectómetros cúbicos si se reducen las pérdidas. El ahorro también es clave: Morán destaca el 20% de reducción de consumo logrado por Emasesa (la empresa de aguas de Sevilla) solo con concienciación. 

Infraestructuras

Para mejorar los sistemas de abastecimiento, saneamiento y depuración, el Gobierno de España prevé invertir en el periodo 2022-2027 más de 2.000 millones en 260 obras en las cuencas andaluzas, tanto la del Guadalquivir, de competencia estatal, como en las intracomunitarias que gestiona la Junta de Andalucía.

Para la primera de ellas se reservan 1.400 millones, entre los que se encuentran obras como la mejora de la depuración en el entorno de Doñana y Sevilla (150 millones de euros), el aumento de la seguridad de las infraestructuras y reducción del riesgo de avenidas (116 millones) y la mejora del transporte de los caudales de riego en la zona arrocera.

Otros 600 millones serán para las cuencas intracomunitarias, entre ellos 100 para ejecutar los desglosados 3 y 9 de la presa de Rules y 130 millones para las desaladoras del Bajo Almanzora, Carboneras y Campo de Dalías.

El aumento de la inversión será posible gracias a un incremento de los fondos del plan de recuperación destinados a infraestructuras hidráulicas. Pero también se han estado distribuyendo a las comunidades autónomas a lo largo de los últimos años, ha destacado Hugo Morán. Así, en 2021 y 2022 Andalucía ha recibido un total de 82 millones de euros. De ellos, 34,5 millones han ido para actuaciones de saneamiento y depuración de pequeños municipios de menos de 5.000 habitantes y 12,5 para la mejora del abastecimiento y redes en los municipios de menos de 20.000 vecinos. Otros 15 millones han ido para la protección y adaptación al riesgo ambiental en núcleos urbanos y 9 millones al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del agua.

Sobre la adjudicación de fondos a los pequeños municipios, el secretario de Estado ha destacado que responde a un cambio en el criterio del Ministerio, que también es de Reto Demográfico. Si hasta ahora se daba la consideración de obras de interés general a las grandes infraestructuras para grandes aglomeraciones, ahora "es imprescindible volver la vista a los pequeños y medianos municipios que no tienen capacidad económica propia para atender a ciudadanos que tienen los mismos derechos que los de las grandes ciudades". Son precisamente las localidades de menor tamaño las que han sufrido problemas de abastecimiento este verano al contar con sistemas aislados, "muy vulnerables". Solventar ese problema "es una línea puesta en marcha aprovechando el fondo de recuperación, pero que queremos consolidar en los presupuestos hacia el futuro".