Andalucía

Juanma Moreno rechaza la intromisión del Gobierno en su apuesta por bajar los impuestos en Andalucía

  • El acuerdo entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y ERC provoca fuertes críticas en Andalucía

María Jesús Montero y Juanma Moreno, en el Parlamento andaluz.

María Jesús Montero y Juanma Moreno, en el Parlamento andaluz. / Juan Carlos Vázquez

Las palabras de Gabriel Rufián sobre la fiscalidad madrileña retumban en Andalucía. Para el portavoz de ERC, la capital es un "paraíso fiscal" y su intención es que el Gobierno de Pedro Sánchez legisle para revertir las bajadas de impuestos que el PP lleva décadas ensayando en la comunidad que dirige ahora Isabel Díaz Ayuso. Eso, según un tuit publicado este miércoles por Juanma Moreno, sería "un ataque a la autonomía y al modelo de Andalucía, que funciona".

Moreno es un fiel seguidor de las recetas impositivas de ha aplicado su partido en Madrid. En la campaña de las elecciones que lo llevaron al poder, de la que ahora se cumplen dos años, Moreno anunció una bajada masiva de impuestos (BMI) que comenzó con la bonificación al 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones para parientes directos y siguió con bajadas en Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. También se retocó el IRPF, pero la pandemia y sus consecuencias económicas trastocaron los planes del Gobierno andaluz. 

No hay, de momento, BMI, pero la Junta no está por la labor de que el Gobierno de Pedro Sánchez revierta sus reducciones fiscales. "Bajando los impuestos suben los ingresos", insiste Moreno en su tuit para protestar por la alianza entre Moncloa y ERC. Las tesis defendidas por la Junta recientemente consisten en afirmar que reducción impositiva que han impulsado induce a los inversores a tributar en Andalucía, por lo que las bajadas de Sucesiones y Donaciones permiten, a la postre, una mayor recaudación en tributos como el IRPF.

Esta correlación no es así del todo y este martes lo reseñó, en el Parlamento, el profesor de Economía de la Universidad Pablo de Olavide Diego Martínez López. Participó en las comparecencias de agentes sociales que forman parte de la tramitación del Presupuesto de 2021 en representación del Observatorio de Economía y calificó de "incorrecta" una frase del presidente, que afirmó recientemente que "por cada euro no recaudado en Sucesiones se han recaudado cuatro en IRPF". Esto, según Martínez López, puede "confundir a la opinión pública, en el mejor de los casos", ya que el aumento de los ingresos en IRPF que se está registrando en 2020 es un resultado del sistema de financiación autonómica actual. 

En la última actualización cuaderno de recaudación fiscal que publica mensualmente la Consejería de Hacienda se registra un aumento de los ingresos fiscales hasta septiembre 1,96%. Son unos 300 millones de euros más que en el mismo periodo de 2019, pero esto es, sobre todo, gracias al crecimiento de las entregas a cuenta del sistema de financiación, es decir, el dinero que cede el Estado a Andalucía y que se calcula a partir del comportamiento de la economía estatal hace dos años, en 2018.

En IVA e IRPF, los gravámenes sujetos a este modelo, se aumentan los ingresos en 732 millones, lo que compensa la caída en la recaudación de los impuestos gestionados de forma íntegra por la Junta. La reducción en los tres más importantes es de 418 millones: 257 en Transmisiones Patrimoniales, 80 en Actos Jurídicos Documentados y 81 en Sucesiones y Donaciones. Los dos primeros, a pesar de que sufrieron una rebaja, deben su mal comportamiento a la crisis derivada del Covid, pero el tercero responde únicamente a la reducción aprobada en el primer Consejo de Gobierno que presidió Juanma Moreno en Antequera a principios de 2019.

En este contexto surge la polémica por el acuerdo entre el Gobierno y ERC, pero hay que tener en cuenta que en el Ministerio de Hacienda hay una antigua aspiración para hacer algo que, en cierto modo, se parece a lo que propone Rufián. Según ha explicado recientemente María Jesús Montero, el objetivo es "armonizar" los impuestos autonómicos, es decir, poner unos límites mínimos y máximos para que las comunidades tengan margen de maniobra, pero que difuminen las enormes diferencias que se ven ahora. Por poner un ejemplo, en Cataluña el tipo máximo autonómico del IRPF es del 55%, mientras que en Madrid este tipo baja al 21%.

El anterior ministro de Hacienda, el popular Cristóbal Montoro, ya propuso algo muy similar antes de la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy del poder y aupó a Pedro Sánchez. No obstante, las diferencias ideológicas son casi un abismo en materia impositiva. El PSOE hizo campaña en las dos últimas generales con una subida de impuestos bajo el brazo y su socio de Gobierno, Unidas Podemos, es todavía más exigente en este asunto.

Del acuerdo con ERC a la aplicación de esta armonización hay un trecho enorme y es probable que el Gobierno de coalición quiera incluir el asunto en la reforma del modelo de financiación autonómica, que está bloqueado de 2014 y que fue una de las principales exigencias de María Jesús Montero mientras era consejera andaluza de Hacienda. La difícil situación política y la pandemia mantienen este bloqueo, pero el debate se dará más pronto que tarde. Si el PP sigue gobernando en Andalucía, es más que probable que se coloque del lado de Madrid y se convierta en otro motivo de discusión.

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