Andalucía

Proclama predilecta

Hay discursos de premiados en el 28-F que son juegos florales y cantos a la vida, los hay que suenan a pregón de Domingo de Ramos de tintes andalucistas pronunciados por galanes de Hollywood y los hay, al fin, políticos, nacidos de estos tiempos de agitación social con ecos de precampaña. El que pronunció ayer Miguel Ríos, único condecorado como Hijo Predilecto en la primera ceremonia de Susana Díaz como presidenta de la Junta, se enmarca en este tercer rango de discursos, que vino precedido por los versos de Ángel González (soy un escombro tenaz/que se resiste a su ruina) y un recuerdo a Paco de Lucía, medalla de Andalucía en 1988: "Descansa en paz, vivirás tanto como vivan las estrellas".

Las palabras del granadino fueron breves -si se compara con el tiempo que se tomó la presidenta- pero contundentes en la dirección que quiso. Porque el autor del Bienvenidos más coreado de la música española aprovechó el atril frente a un patio de butacas ocupado por buena parte de la bancada socialista en el Parlamento, ex presidentes de la Junta y ex ministras de Zapatero como Trinidad Jiménez, para atizar contra el Gobierno central.

Para laurear la carrera de la oncóloga Eloísa Bayo celebró la lucha contra la privatización de la sanidad madrileña "desmontando la falacia de que lo privado es mejor y más barato"; para aplaudir la labor de la fiscal Flores Torres en la denuncia de la violencia de género llamó a la lucha "por un mundo donde la justicia social impida la sumisión de la mujer y el ministro de Justicia no mande en su cuerpo" y cuando tocó el turno de subrayar la labor de la empresaria Paz Hurtado criticó "las políticas erróneas y clasistas" en el campo, apuntó sobre la gestión de Arias Cañete.

Como laureado de la cultura patria, el intérprete quiso solidarizarse con el cine español y señaló que "con el talento de los nuevos directores que han seguido su ejemplo [del cineasta Miguel Picazo, lo suficientemente mayor para ir en silla de ruedas, lo suficientemente digno y agradecido para recibir la medalla en pie]" Andalucía tendría una industria puntera en el cine mundial por sólo un puñado de euros", pronunció. Tanto caló esta idea que en Twitter -esa portera replicante- alguno se preguntó si estaba en la gala de los Goya. "Están entre el Wert...igo de la desesperación y la algarada", bromeó sobre los creadores.

Sí, hubo humor en las palabras del autor del Himno a la alegría, aunque algunas crearon más desconcierto que aplausos. Por ejemplo cuando recordó la colaboración del sanrroqueño Vázquez de Sola en un disco de Ruedo Ibérico, "poco después del asesinato de Carrero Blanco a manos de ETA. Eran los tiempos en que creíamos que la banda terrorista luchaba contra la dictadura. El disco contaba por toda instrumentación con un chirigota y zambomba", dijo para entonar luego la letrilla "por la calle Claudio Coello tirando pa'bajo iba el coche de Carrero a todo carajo...".

Ríos no escondió sus colores. Por mucho que en la rueda de prensa posterior a las Medallas, en las que estuvo acompañado por Estrella Morente y el chef gaditano Ángel León, respondiera a la prensa "que esto no es una cuestión de derechas o izquierdas, sino de los de arriba y de los de abajo; de los que comen y los que no".

Hubo poca crítica "al laboratorio de la izquierda" -que es como llama al Gobierno andaluz de PSOE e IU- acaso sólo cuando se refirió a la protección que debería ejercer la Junta en la Vega de Granada para librar "este milenario espacio" de la especulación. Y hubo, por contra, alabanza: "Ya sé que el Gobierno de la Junta hace lo que ningún otro por arbitrar políticas que logren paliar el sufrimiento de los ciudadanos. Sabemos que, desde el estrecho margen en el que se mueve esta autonomía, es muy difícil propugnar acciones para salvar a los más débiles, y que cuando lo han intentando vuelan los recursos ante los tribunales".

Entre alabanzas a la carrera de la "ponderada" periodista Esperanza Sánchez y la altura intelectual del jurista Santiago Sánchez Camacho, dejó espacio para la reflexión sobre la corrupción y la desafección política: "No voy a dejar de creer en la música porque algunos músicos desafinen". Y casi alcanzó el final cuando confesó que "nunca fui hijo pródigo, porque mi madre, Andalucía, era viuda y estaba tiesa". Desde ayer el rockero de Granada ya es Hijo Predilecto de una tierra que cuando él nació estaba "al sur del sur".

El emocionado himno de Andalucía en la voz de Estrella Morente, acompañada al toque por Miguel Ángel Cortés, puso el broche a unas Medallas -otro año más-, éstas para siempre marcadas por el recuerdo al genio de Algeciras.

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