La Junta de Andalucía ha vuelto a aplazar la revisión de la desescalada, que debió haber avanzado a su segunda fase hace casi un mes, el 1 de junio. Lo que el Gobierno autonómico llamó denomino "fase de estabilización" y comenzó el 9 de mayo, con el final del estado de alarma, seguirá extendiéndose, al menos, hasta el 6 de julio, cuando se reunirán los expertos del Comité Territorial de Alto Impacto en Salud Pública para decidir si se relajan las restricciones o se mantiene el marco normativo que la Junta aprobó a principios de mayo.

La evolución de la incidencia acumulada y la reducción de la presión hospitalaria no permiten, explican desde Salud, seguir dando pasos. Pese a que Andalucía lleva reduciendo el número de casos por 100.000 habitantes desde hace 10 días y los ingresos caen de forma sostenida desde hace semanas, la Junta ha vuelto a retrasar el examen. El portavoz del Gobierno autonómico fijó hace unos días la cota que debe alcanzarse para que se levanten algunas restricciones y ayer el consejero de Salud, Jesús Aguirre, reiteró en un acto en Huelva la misma idea. "Había una serie de variables importantísimas como que la incidencia acumulada fuera menos de 150; el número de hospitalizados se situará por debajo de 500 en el conjunto de la comunidad y se vacunara a más de 700.000 personas a la semana". En este punto, recordó que en incidencia, a día de hoy, la región está aún en 164 casos por 100.000 habitantes y en lo que respecta a hospitalizados se está en 534, por lo que no se ha alcanzado la cifra deseada; únicamente se cumple el tercer parámetro ya que sí que se ha superado el número de 700.000 vacunados a la semana.

Ese hito en el proceso de vacunación podría convertirse en flor de un día por los altibajos que ya se han convertido en sello de la distribución de vacunas que realizan las empresas farmacéuticas tras sus acuerdos con la UE. El consejero de salud mostró su preocupación por el descenso en la llegada de vacunas a partir de julio. Esta semana están garantizadas 700.040 dosis a las que hay que sumar las de Astrazeneca que llegarán a finales de semana y que están destinadas al grupo de edad de 60 a 69 años, pero "a partir de julio las de Janssen no nos llegan y de Pfizer lo harán un 40% menos".

Esta última merma hace que desde la Consejería se tenga en cuenta a todos los que se estén vacunando esta semana -y en las previas- y hayan de recibir la próxima dosis en 21 días: "Hay que garantizarles la segunda pauta y eso puede hacer que se ralentice el nivel de vacunación". "Nosotros esperamos llegar en esta semana al 70% de la población diana con una primovacunación más aquellos que se han inmunizado de forma natural y eso nos daría una cierta tranquilidad", concluyó Aguirre.

Pese al escenario planteado por el titular de Salud y Familias, su compañero Elías Bendodo optó por el optimismo en un acto en Cádiz al afirmar que la vacunación va a "pasos de gigante" ya que con ese 64% de la población diana, mayores de 16 años, tienen ya al menos una dosis puesta. Bendodo afirmó que la comunidad es la que está vacunando "a mayor velocidad", adelantando el proceso en "tres o cuatro semanas" con respecto a otras comunidades.

Esto contrasta con la paralización de la apertura del calendario vacunal después de unas semanas en las que cada siete días se ampliaba en varios años. Sin embargo, desde el 18 de junio el avance se quedó parado en aquellas personas nacidas antes de 1985. A la planificación necesaria para esa reducción de dosis que llegarán en julio hay que sumar la preocupación que hay en la Junta con la variante delta, ya que sólo la inmunización completa se ha demostrado altamente efectiva contra esta cepa detectada por primera vez en la India.