El abogado de la viuda y madre de las víctimas del doble crimen de Almonte -un padre y su hija de ocho años- ha pedido una batería de nuevas pruebas, que incluyen una segunda autopsia de los cuerpos, un nuevo análisis del vestido que llevaba la niña asesinada y que dos profesores universitarios vuelvan a analizar las pisadas del asesino dejadas en la vivienda.

El abogado José Ignacio Bidón Vigil de Quiñones, que se ha hecho cargo de la acusación particular tras la absolución definitiva de Francisco Javier Medina,  afirma que estas nuevas pruebas “son pertinentes, necesarias y útiles, nunca se practicaron y hay que indagar en estos hechos que consideramos son indicios irrefutables de quien pudo ser el autor de estos asesinatos”.

En su escrito al juzgado de La Palma del Condado, al que tuvo acceso este periódico, el letrado de la viuda Marianela Olmedo propone que la exhumación y segunda autopsia sea llevada a cabo por el antropólogo forense Francisco Etxevarría y su objeto es “poder encontrar posibles restos del absuelto“.

También propone que se analice la manta con la que el asesino tapó a la menor y también el vestido que llevaba puesto el día del crimen. Un examen exhaustivo de dicha manta y de la ropa es “más que necesario” porque esa prueba no se ha hecho nunca y “de esta forma pueden aparecer restos del verdadero autor”.

Solicita además una ampliación del estudio podológico sobre las pisadas halladas en el piso y que esa nueva prueba la realicen los profesores de la Universidad de Barcelona Pablo Martínez y Juan Villareal "desde las perspectivas de la biomecánica, antropometría y de las leyes de la física aplicadas a la anatomía humana”.

Para realizar ese informe, solicita que el forense de La Palma del Condado determine la altura y el peso de Francisco Javier Medina.

Pide además a la juez que el supermercado donde trabajaban el asesinado, su esposa y Medina informe sobre el modelo de cámara de vigilancia que grabó a Medina unas horas antes de los crímenes para saber el ángulo y la altura a la que estaba situada dicha cámara.

Por otra parte, quiere que la Guardia Civil comprueba si eran correctas las horas del teléfono de la vecina que estaba chateando con su novio cuando oyó ruidos en el piso de Miguel Angel Domínguez y gritos de su hija María.

El objetivo es “comprobar la hora exacta de llegada del individuo que subió al inmueble y cometió los crímenes”.

También si en aquella época de abril de 2013 la hora de los teléfonos móviles podía ponerse manualmente en hora.

La familia reactivará la investigación sobre el cuchillo de la alcantarilla

En su escrito, Bidón se opone a la petición del Medina de personarse como acción popular, una vez absuelto definitivamente del crimen, y comunica al juzgado que en breve pedirá reactivar la investigación sobre el cuchillo que apareció en una alcantarilla “y que posiblemente fue con el que se cometieron estos hechos”.

Este hallazgo “no se ha investigado o se investigó de forma insuficiente” y la familia de Marianela está segura de que “detrás hay una trama que consiguió que el verdadero cuchillo que se encontró no sea el que llegó al juzgado”. La posible intención sería que “esta circunstancia no trascendiera a la opinión pública al encontrarnos entonces en fechas cercanas a la celebración del juicio y ello hubiera sido un escándalo“.

El abogado pedirá que declaren las personas que intervinieron en el trayecto entre la alcantarilla y el juzgado, entre ellos el ex concejal Díaz Triguero, la actual jefa de la Policía Local, la vecina que llamó a la policía y el responsable del cuartel de la Guardia Civil de Almonte.

Sostiene Bidón que su objetivo “es devolver a esta familia la esperanza y que algún día puedan creer en la justicia que les fue esquiva en un momento determinado de su vida”.