El Movimiento 15-M denunció ayer que seis personas resultaron heridas la noche del pasado domingo por la actuación de "violencia sin control" de la Policía en el desalojo de medio centenar de indignados que bloqueaba el acceso de los vehículos al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga. Mientras el portavoz de este colectivo, Rafael Palomo, se refirió a puñetazos en la boca, tortazos en la cara y "patadas gratuitas" de los agentes a los "indignados", la Policía negó que hubiera carga policial, y aseguró que la actuación consistió en retirar a los jóvenes uno por uno a la plaza próxima. Los indignados decidieron sentarse en la puerta de entrada y salida de vehículos del CIE para evitar la deportación del joven argelino Sid Hamed Bouziane, de 28 años, porque "significaría su condena a muerte", ya que sostienen que sería encerrado por las autoridades del país o asesinado por los rebeldes.