La guasa mala con la edad de Ramón Tamames
La Aldaba
Se puede y se debe criticar la moción de censura, pero son llamativas las faltas de respeto a los 89 años del candidato
¿Sufrimos una sociedad boba?
Asombra la ligereza con la que determinados tertulianos atacan a Ramón Tamames por el mero hecho de su avanzadísima edad. No tienen vergüenza para denostar su figura por tener 89 años y usar un evidente audífono del que hasta gastan bromas por su tamaño. Hemos oído mofas sobre la posibilidad de que el economista no se entere bien de los discursos del presidente del Gobierno y de los portavoces de los grupos políticos. La sociedad boba que se adorna hasta el ridículo con el denominado lenguaje inclusivo, que protege a las ratas por ley y que afirma que el desgraciado sacristán de Algeciras falleció cuando murió salvajemente asesinado, no tiene reparos en hacer gracietas sobre la edad.
Por supuesto que la moción de censura de Vox puede y debe ser criticada, discutida y cuestionada. Hay muchos puntos de vista para arremeter contra la moción: su inutilidad por una falta de éxito garantizada, su instrumentalización para que sirva de propaganda a Santiago Abascal, o el posible beneficio que puede obtener Sánchez al salir reforzado y desviar la atención sobre asuntos graves como los destrozos irreparables de la Ley del Sólo Sí es Sí. Hay arsenal sobrado para criticar la moción, segunda que promueve Vox. No parece admisible ni oportuno que se haga con el argumento de la edad en los términos que se está haciendo. Por una cuestión de decoro y tacto. Si se quiere poner el acento en su condición de casi nonagenario, hay también fórmulas para hacerlo, pues no hay tema delicado, sino enfoque indebido. Miren el ejemplo de la Iglesia, que retira el derecho de voto en los cónclaves a los cardenales con 80 años cumplidos al considerar que son vulnerables a las presiones de purpurados más jóvenes. ¡Fíjense qué ejemplo tienen algunos ante sus narices!
España es un país con cada vez más octogenarios, muchos de ellos muy activos, por fortuna. Tenemos tantos que se nos advierte desde muchas instancias de los peligros que corre nuestro sistema de pensiones. El sector de la tercera edad es una fuente inagotable de empleo para los especialistas en diversas ramas. No deberíamos tomar tan a la ligera el protagonismo repentino de Tamames porque es seguro que cada vez habrá más ejemplos similares. Ahí tienen a Biden al frente de los Estados Unidos, como está Francisco con el timón de la Iglesia. Tamames no votaría en un cónclave, pero participaría en las sesiones previas. No pise usted una rata, pero haga chacota si lo desea con el audífono de un casi nonagenario. Guasa mala. Y ya saben: el sacristán de Algeciras falleció. Tendría problemas de colesterol. O se cayó de bruces por una loseta levantada. Mala suerte.
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