El paso por Andalucía de la borrasca Celia ha mejorado la situación angustiosa en la que se encontraban los cultivos de secano y ha dejado a muchas comarcas en buena situación para la cosecha de girasol, pero apenas se ha notado en los embalses de la comunidad. Los pantanos situados en las cuencas mediterráneas son los que más han aumentado sus niveles, pero no de modo considerable.

La gestión de los embalses en Andalucía depende de dos administraciones: la central, que por medio de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, tiene la competencia en esta cuenca, y la Junta, a la que pertenecen las mediterráneas y las atlánticas del Barbate y Guadalete, en la provincia de Cádiz.

Con creces, es la del Guadalquivir la mayor, con una capacidad algo superior a los 8.000 hectómetros cúbicos, pero sólo alberga en estos momentos 2.350 hectómetros cúbicos, lo que supone el 28,96%. La semana pasada, antes de que llegase la borrasca, estaba al 28,60%. sólo son 30 hectómetros cúbicos más, repartidos por un amplio territorio de las provincias de Jaén, Córdoba, Granada y Sevilla. Los embalses sevillanos son los que se encuentran en mejor estado, al 49%, pero hay que matizar que la capacidad de regulación de peso está en Córdoba y Jaén. 

Los embalses de las cuencas mediterráneas, de Almería a Cádiz, han subido 28 hectómetros cúbicos. Al ser menor, su mejora relativa es mayor que la del Guadalquivir, pero cada una de estas pequeñas cuencas tienen comportamientos muy diferentes. Málaga es la provincia más beneficiada. El conjunto mediterráneo se encuentra al 31,6%.

En Cádiz, entre el Guadalete y el Barbate apenas suman 18 hectómetros cúbicos más que hace una semana. Estos pantanos están al 30%.