Caso Invercaria

La frágil salud de Pérez-Sauquillo obliga a suspender también el juicio por las ayudas de Invercaria a Bioaveda

Imagen de archivo de Tomás Pérez-Sauquillo en la Audiencia de Sevilla junto a su abogado.

Imagen de archivo de Tomás Pérez-Sauquillo en la Audiencia de Sevilla junto a su abogado. / EP

La Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla ha suspendido sine díe el nuevo juicio de la macrocausa centrada en las ayudas que concedió la sociedad pública de capital de riesgo Invercaria, cuyo inicio estaba fijado para este lunes. El objeto de esta pieza separada es el conjunto de préstamos participativos que consiguió la empresa jiennense Bioaveda en 2009 y el motivo de que no se haya celebrado es, de nuevo, el estado de salud del único acusado, Tomás Pérez-Sauquillo, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide seis años y medio de cárcel.

Es el segundo juicio que se suspende en poco más de un mes por los distintos problemas que arrastra quien fue presidente de Invercaria. El pasado 8 de mayo, la Sección Cuarta hizo lo mismo con la vista oral que iba a analizar los préstamos participativos concedidos a Electronics Devices Manufacture (EDM) por valor de 1,18 millones de euros. El abogado de Pérez-Sauquillo explicó entonces que su cliente estaba ingresado en un hospital de Madrid y pendiente de ser operado tanto de la próstata como del corazón. "No sabemos si será intervenido en un día, una semana o dos meses", señaló el letrado. A día de hoy, el investigado continúa en la misma situación.

En el juicio que iba a comenzar este lunes, Pérez-Sauquillo es el único encausado porque el administrador de la empresa ya falleció. La Fiscalía le atribuye un presunto delito continuado de prevaricación en concurso con un delito continuado de malversación y, además de la pena de prisión, reclama veinte años de inhabilitación absoluta y que resarza a la Administración con 166.101 euros.

La Fiscalía afirma que conocía las "debilidades" de la empresa y aun así le dio 90.000 euros

Según el escrito de acusación, los técnicos de Invercaria ya señalaban en noviembre de 2008 que había "debilidades" en el proyecto de inversión en Bioaveda, como su "débil imagen en el mercado" y las "dudas sobre la patentabilidad" de sus productos. A pesar de eso, Pérez-Sauquillo firmó en abril de 2009 un préstamo participativo de 90.000 euros "a sabiendas de la nula capacidad de la sociedad para la devolución de los fondos".

El acusado, según la Fiscalía, actuó "faltando a las más elementales normas de gestión" de Invercaria y ya en noviembre de 2009, pese a conocer que Bioaveda "no había acreditado las inversiones comprometidas" para otros 90.000 euros que le habían sido concedidos previamente en 2006, "acordó la ampliación del vencimiento" de dicho préstamo inicial "sin competencia" para ello.

Pérez-Sauquillo está condenado en firme a tres años y medio de prisión por prevaricación en concurso con malversación por un préstamo arbitrario de 100.000 euros a la empresa Aceitunas Tatis. Cuando la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ordenó su "inmediato ingreso voluntario en prisión", el pasado 23 de enero, su abogado solicitó que se suspendiera por su estado de salud.

En un escrito dirigido a esa Sala, la defensa del condenado pidió la suspensión de su entrada en la cárcel en aplicación del artículo 80.4 del Código Penal, dado el "extraordinario grave estado de salud" de Pérez-Sauquillo, porque su situación actual, según las "enfermedades que padece y su especial tratamiento médico", impedía que este pudiese "ser desarrollado convenientemente por los servicios médicos de cualquier centro penitenciario", lo que tendría "como ineludible consecuencia" un "grave riesgo para su propia vida".

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