La Copa del Rey de Aerostación desarrolló este domingo en los llanos de Antequera la segunda y última jornada de competición en la provincia de Málaga, ya que a partir de ahora se traslada a la provincia de Cádiz y posteriormente a Sevilla, lugar en el que tendrán lugar las últimas pruebas a superar por los participantes.

A primera hora de la mañana las condiciones meteorológicas adversas, con importantes rachas de viento en las capas superiores, pusieron en peligro el despegue, aunque tras el análisis de los datos meteorológicos por parte de la organización se tomó la decisión de dar la salida.

La prueba contó con presencia de diferentes países de Europa.

Fue entonces cuando la actividad se multiplicó junto a las cestas que habían sido dispuestas por los equipos participantes a la espera de conocer la decisión final. Tocaba realizar las últimas mediciones, comprobar datos en los ordenadores y también desplegar los globos para proceder a su inflado. Todo ello mientras sonaba de fondo el sonido de las llamaradas de los quemadores mientras se hacían las comprobaciones por parte de los pilotos para asegurarse de que todo funcionaba correctamente y no había ningún problema para realizar los despegues.

Eso sí, no todos tomaron la salida, ya que algunos optaron por no despegar ante las condiciones meteorológicas y al pensar que podría producirse situaciones complicadas, en especial, a la hora de realizar el aterrizaje que se complica cuando el viento sopla con más fuerza. Además, se trata de una zona en la que existen muchas zonas de árboles.

Por ello, como la dirección del viento llevó a los pilotos hacia la Peña de los Enamorados, desde la organización se recomendó realizar el aterrizaje tras realizar las pruebas marcadas por los jueces antes de pasar esta montaña, ya que posteriormente se presentaba una zona de monte en la que es más complejo realizar esta operación y también había una importante presencia de niebla baja que podía dificultar la visibilidad.

Inflado de los globos.

En estas condiciones casi una veintena de globos aerostáticos encendieron sus ventiladores y quemadores para iniciar el inflado y realizar un despegue que se produjo de forma muy rápida, llenando en pocos minutos los cielos antequeranos de color.

Todo ello a pesar de los cielos nublados, la bruma y el frío que acompañó a los pilotos que llegaron desde diferentes puntos de España y Europa para participar en la competición.

A pesar de ello, la buena sintonía era la tónica reinante y algunos de los pilotos pedían consejo a los de la zona a la hora de afrontar un vuelo que fue muy rápido debido a la velocidad que presentaba el viento.De este modo se ponía final a dos intensas jornadas en las que los globos aerostáticos han sido los grandes protagonistas en la ciudad del Torcal y han deparado un gran espectáculo, en especial, durante la jornada del sábado en las que las condiciones meteorológicas fueron las idóneas para realizar vuelos. “Las condiciones de ayer (por el sábado) fueron de dulce”, apuntaba uno de los participantes mientras comentaba la jornada con otro de los participantes.

Entre las pruebas a realizar se encuentra el tener que aproximarse a dianas físicas o digitales que son asignadas por los jueces mediante coordenadas o el tener que perseguir y alcanzar a un globo que despega 10 minutos antes que el resto. Pruebas en las que los pilotos tienen que demostrar la pericia que tienen a la hora de dirigir sus globos.