Economía

El descarrilamiento del Hyperloop y el anillo

  • Ambos proyectos prometían crear miles de empleos e invertir más de 400 millones de euros

Los agricultores fueron una de las principales oposiciones al anillo ferroviario

Los agricultores fueron una de las principales oposiciones al anillo ferroviario / Javier Flores (Antequera)

Antequera celebra estos días la licitación de las obras de urbanización de su futuro Puerto Seco, un área logística que supondrá una inversión de alrededor de 40 millones de euros y que se espera que cree varios miles de puestos de trabajo una vez que se encuentre a pleno rendimiento.

Un proyecto que se desarrollará junto Bobadilla, uno de los núcleos antequeranos vinculados históricamente al ferrocarril y que vivió momentos de gran desarrollo, aunque en la actualidad su estación languidece a la espera de que los anunciados proyectos ferroviarios anunciados puedan reflotar la economía de la zona y hacer que tenga a fuerza que tuvo en el pasado.

No obstante, frente a la alegría generalizada porque el Puerto Seco vea la luz al final del túnel tras una larga tramitación administrativa que hizo pensar que pudiese perderse, otros dos proyectos que estaban llamados a convertir esta zona de Antequera en lo que fue en el pasado –una potencia en materia de ferrocarriles– se encuentran en vía muerta y sin que parezca que exista una posibilidad de que el semáforo se pueda volver a poner el verde y la maquinaria retome la marcha.

Por una parte, el anunciado proyecto de construcción de un anillo de ensayos ferroviarios, con una inversión de 400 millones de euros, descarriló y no parece que nadie esté dispuesto a reflotar aquella idea que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) puso sobre la mesa en el año 2012 y que el Gobierno presidido en aquel momento por José Luís Rodríguez Zapatero presentó como la solución idónea para crear miles de empleos en la zona y poner a España al frente de los desarrollos para mejorar los trenes de alta velocidad en Europa. Incluso se llegaron a construir unas enormes naves junto a Bobadilla. Hoy se han convertido en un enorme edificio fantasma que costó 10 millones de euros sin ningún tipo de uso.

No obstante, la fuerte contestación que el proyecto recibió por parte de los agricultores que consideraban este complejo una amenaza para su sector y la llegada del Partido Popular al Gobierno central hicieron que el proyecto quedase en el olvido y nunca más se supiese del mismo.

Tras el abandono de este proyecto, llegó otro anuncio por parte del Gobierno central: el interés de la multinacional estadounidense Virgin por instalarse en Bobadilla para poner en marcha una sede para el desarrollo de la tecnología hyperloop, una suerte de tren del futuro que se prevé que viaje por unos tubos y que sería inmensamente más rápido que los actuales trenes de alta velocidad, por lo que podría suponer una auténtica revolución del transporte de viajeros.

El anuncio del entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, fue seguido de varias visitas de representantes de la firma a Antequera para conocer la zona, reunirse con responsables del Consistorio antequerano y ver las naves edificadas por Adif que en sus 20.000 metros cuadrados debían acoger las instalaciones de esta multinacional.

Todo parecía marchar sobre ruedas, aunque, tras un nuevo cambio en el Gobierno central y la vuelta del PSOE, la situación volvió a ser la misma que en la anterior ocasión: el proyecto comenzó a enfriarse y el Ejecutivo y la empresa ofrecían versiones muy diferentes sobre los motivos que estaban llevando a que la actuación no se concretase a pesar de que se había firmado un convenio entre Adif y Virgin.

La versión oficial asegura que la empresa nunca presentó su proyecto para acceder a las ayudas europeas que eran un pilar fundamental para que pudiese ser una realidad. Mientras tanto, desde Virgin la versión era bien distinta. La multinacional sostenía que no se les habían concedido las ayudas públicas comprometidas por valor de 126 millones de euros para que se pudiese poner en marcha una inversión, que se preveía que superase los 420 millones de euros para desarrollar su tren supersónico.

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