Los investigadores no encuentran evidencias de la fosa común en el cementerio de Antequera
Guerra Civil
Han localizado 92 enterramientos individuales en la zona marcada pero sin signos de violencia ni elementos habituales como la cal
Una exposición mostrará los trabajos de exhumación en una fosa
Luz verde a la búsqueda de fosas de la Guerra Civil en cuatro municipios
Los trabajos arqueológicos encargados por el Ayuntamiento de Antequera, conforme a lo establecido en la ley de Memoria Democrática, que buscaban localizar las fosas comunes en las que se habrían enterrado a fusilados durante la Guerra Civil española o la represión de la posguerra han finalizado sin resultados positivos, según el informe realizado por el equipo técnico que se encargó de realizar los trabajos de investigación y excavación arqueológica en la zona del cementerio antequerano en el que se presuponía que se encontraban estos enterramientos. Unos trabajos que han sido financiados por la Federación de Municipios y Provincias mediante una subvención de la Secretaria General de Memoria Democrática del Ministerio de Presidencia.
En este espacio en el que se encuentra el monumento que recuerda a los represaliados de la dictadura se han realizado 18 catas en las que se han localizado un total de 92 inhumaciones, en la mayoría de los casos individuales y también restos de osarios. No obstante, tras el análisis de los restos encontrados por parte de los investigadores no se han encontrado evidencias de violencia en estos restos y tampoco otros elementos que son comunes en los enterramientos que se estaban buscando, como es la presencia de cal para tapar los cuerpos.
"En nuestro caso no hemos encontrado este tipo de muestras de violencia en los cuerpos estudiados", señala el informe realizado por el equipo de investigación, al tiempo que tampoco han encontrado enterramientos comunes en la zona delimitada tras la investigación previa de documentación y testimonios orales de familiares.
Los investigadores se han llegado a plantear la posibilidad de que los restos hubiesen sido trasladados al Valle de Cuelgamuros como ocurrió con otras fosas en la provincia malagueña, aunque aseguran que no han encontrado evidencias que así lo acrediten.
Ante esta situación esgrimen la posibilidad de que aquellos enterramientos se encuentren sobre zonas en las que ahora existen otros nichos o en patios que han desaparecido.
Por ello, recomiendan que se realicen controles arqueológicos en el cementerio cuando se realicen movimientos de tierra por si en algunos de ellos pueden aparecer evidencias de estos enterramientos.
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