Los trabajos para recuperar las fosas comunes de la Guerra Civil y con ellos la memoria de la represión durante la dictadura abordan una nueva fase con tareas de localización, exhumación e identificación genética de las víctimas en Alfarnate, Cártama, Colmenar y Villanueva de la Concepción.

El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicó ayer la orden firmada por el consejero de Presidencia y Memoria Democrática, Manuel Barrios, el pasado 2 agosto en la que se acuerda acometer la exploración, excavación y estudio de las fosas en estos municipios de Málaga, junto a actuaciones similares en Huelva, Cádiz y Sevilla.

En el caso de Cártama, los trabajos consistirán en la exhumación de los restos procedentes de dos fosas pequeñas y una de mayor dimensión localizadas durante una fase previa de estudios promovida por el Ayuntamiento de este municipio. El mapa de las fosas de la Junta de Andalucía, que reúne la información y localización proporcionadas tanto por las fuentes documentales como por los testimonios orales, precisa que en este punto fueron fusiladas más de un centenar de personas, entre ellas el alcalde, después de que las tropas sublevadas entraran en el pueblo del 9 de febrero de 1937.

En el caso de Alfarnate, los trabajos se dirigirán a localizar un enterramiento común que, de acuerdo con la información que figura en el mapa de fosas, el Ayuntamiento ha tratado de localizar siguiendo el relato oral que ha pervivido hasta la fecha, que aludía a varias personas fusiladas entre el 19 de febrero y el 3 de marzo de 1937, tras la entrada de las tropas rebeldes. Estos indicios apuntan que los cuerpos pudieron ser sepultados en las proximidades del cementerio. De hecho, en el Registro Civil de Colmenar figuran inscritas algunas personas que fueron fusiladas y enterradas en el cementerio de Alfarnate.

En Colmenar se inició la pasada primavera la exhumación de la fosa común del cementerio en la que fueron inhumadas 16 víctimas según el mapa de fosas de la Junta. En esta ocasión, sin embargo, se trata de localizar una nueva fosa en los alrededores del municipio sobre la que únicamente quedan testimonios orales.

En el mismo sentido, existe información sobre enterramientos anónimos de represaliados del franquismo en Villanueva de la Concepción. En este caso, el mapa de fosas tiene recogidas 18 víctimas que fueron ejecutadas el 17 de mayo de 1937 en el cementerio y sus restos enterrados en algún punto del patio civil. El testimonio oral indica aquella noche todos los miembros de la Guardia Civil, salvo dos, se negaron a llevar a cabo la ejecución, por lo que fue necesario movilizar a voluntarios de Málaga. Sebastián Luque, uno de los hombres que aquella noche era conducido al paredón, logró eludir la cuerda de presos y saltar el muro del cementerio antes de que cargaran contra él. La oscuridad de la noche y su conocimiento del terreno le permitieron eludir a sus captores, fugarse a la sierra y salvar la vida.