Errores comunes al organizar un viaje al extranjero y cómo evitarlos según los expertos
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Te contamos cuáles son los errores más comunes de hacer un viaje al extranjero y cómo evitarlos para que tus escapadas sean un éxito
Viajar al extranjero no es sólo cambiar de país: es cambiar la forma en la que miras el mundo. Nuevos sabores, calles que nunca habías pisado y esa sensación de libertad que te recuerda por qué merece la pena salir de la rutina de vez en cuando.
Pero aquí va la parte incómoda: la mayoría de viajeros se acuerdan de los trámites cuando ya es demasiado tarde. Vuelos comprados sin revisar visados, seguros improvisados en el último momento o, peor aún, el clásico error de pensar que " a mí no me va a pasar nada". Y cuando pasa, el precio no se mide solo en dinero: se mide en dolores de cabeza, horas perdidas y recuerdos amargos.
La verdad es que planificar un viaje no debería convertirse en un laberinto de imprevistos. Por eso, los viajeros con más experiencia lo tienen claro: antes de hacer la maleta, aseguran su tranquilidad. La buena noticia es que hoy es más fácil que nunca viajar seguros sin que el gasto económico sea elevado, ya que puedes aprovechar los descuentos en seguros de viaje que te permiten ahorrar unos cuantos euros sin sacrificar lo más importante, tu seguridad.
Al final, viajar no va de estar pendiente de lo que puede salir mal, sino de entregarse al disfrute. Y la diferencia entre una aventura inolvidable y una pesadilla burocrática está en esos pequeños detalles que decides antes de despegar.
Los errores que se cometen al hacer un viaje al extranjero y que puedes evitar
Aunque cada viaje es diferente, hay ciertos fallos que se repiten una y otra vez entre quienes organizan una escapada, ya sea por Europa o internacional. Desde descuidos básicos hasta detalles que parecen menores pero pueden arruinar la experiencia, conocerlos de antemano es clave para viajar tranquilo y disfrutar al máximo.
A continuación te contamos cuáles son los errores más comunes y cómo puedes evitarlos.
1. No contratar un seguro de viaje
Uno de los errores más clásicos -y más caros- al organizar un viaje al extranjero es no contratar un seguro de viaje. Si viajas fuera de Europa, la Tarjeta Sanitaria Europea no tiene validez y, en destinos como Estados Unidos, Canadá o Japón, una simple consulta médica puede costar miles de euros, por no mencionar lo que costaría una hospitalización.
Un seguro de viaje no sólo cubre la asistencia médica, sino también otras situaciones que pueden arruinar tu experiencia como retrasos, cancelaciones de vuelos, pérdida de equipaje, robos o incluso la repatriación en caso de emergencia. Por eso, invertir en protección es la mejor manera de viajar con tranquilidad.
2. No revisar visados y documentación especial
Otro de los fallos más habituales al preparar un viaje al extranjero es no comprobar con antelación los requisitos de entrada al país. Muchos destinos exigen visado o documentación adicional que, si no llevas en regla, te puede arruinar tu aventura antes de empezar.
Por ejemplo, para viajar a Estados Unidos es obligatorio solicitar el ESTA, en Canadá el eTA, y en otros países como la India o Vietnam es necesario tramitar un visado electrónico antes de la llegada. Además, algunos lugares también piden demostrar fondos suficientes, una reserva de alojamiento confirmada o incluso vacunas específicas para la entrada.
El error está en dejarlo para el último momento o confiar en que "con el pasaporte valdrá". Lo recomendable es revisar siempre la web oficial de la embajada o consulado del destino con semanas (o incluso meses) de antelación. Esto te permitirá viajar sin sorpresas desagradables y con la certeza de que tienes toda la documentación en regla.
3. No comprobar las vacunas o requisitos sanitarios
La salud es uno de los aspectos más importantes en cualquier viaje, y aun así, muchos viajeros pasan por alto la necesidad de consultar los requisitos sanitarios del destino. En algunos países, como varias regiones de Sudamérica o África, es obligatorio tener la vacuna contra la fiebre amarilla para poder entrar, y si no puedes demostrar que la llevas, es posible que te nieguen la entrada.
Lo ideal es pedir cita en un Centro de Vacunación Internacional con varios meses de antelación, para asegurarte de que estás protegido y evitar contratiempos innecesarios. Además, en muchos blogs de viajes puedes encontrar información actualizada sobre requisitos sanitarios en sus guías, lo que facilita mucho la planificación.
4. No comprobar enchufes y voltaje
Puede parecer un detalle menor, pero no comprobar el tipo de enchufes y voltaje del destino es un error bastante común. Cada región del mundo utiliza unos estándares distintos y no todos son compatibles con los que usamos en casa. Por ejemplo, en Estados Unidos, Reino Unido, Australia o Japón los enchufes y la potencia eléctrica son diferentes a los de la mayoría de países europeos.
La solución es sencilla: lleva siempre un adaptador de viaje que te permita cargar el móvil, la cámara, el portátil u otros dispositivos electrónicos sin problemas. Además, conviene revisar el voltaje antes de enchufar aparatos delicados, porque en algunos destinos la corriente puede dañarlos.
Un simple adaptador ocupa poco espacio en la maleta y puede ahorrarte muchos dolores de cabeza, especialmente en viajes largos.
5. No contratar roaming o SIM local
Uno de los errores más caros al viajar fuera de Europa es no planificar cómo vas a conectarte a internet. El roaming europeo permite utilizar datos y llamadas dentro de la UE sin que haya un coste adicional, pero en cuanto sales de las fronteras (por ejemplo en Reino Unido, México o Asia), puedes enfrentarte a facturas desorbitadas si usas tu línea habitual.
Hoy en día viajar sin conexión es complicado, porque necesitamos mapas, apps de transporte, traductores a veces o incluso hacer reservas de hoteles y vuelos. La buena noticia es que hay alternativas fáciles y económicas, como por ejemplo las eSIM internacionales, donde compras un plan de datos y llamadas antes de viajar.
Aunque también puedes utilizar las redes WiFi gratuitas que hay en establecimientos como restaurantes o alojamientos, lo más recomendable es que no te arriesgues y prepares esto con antelación.
6. Subestimar las distancias y los tiempos
Muchos viajeros acostumbrados a moverse por Europa se sorprenden al enfrentarse a grandes distancias en otros continentes. En países como Canadá o India, los traslados entre ciudades pueden suponer varias horas de vuelos o largos trayectos en autobús o tren. Incluso dentro de las ciudades, el tráfico o las distancias entre puntos turísticos pueden ser mucho mayores de lo que se espera.
Subestimar estos tiempos lleva a itinerarios demasiado cargados y esto puede provocar un estrés innecesario y una falsa sensación de no estar aprovechando el viaje. Así que la clave está en planificar bien los traslados, calcular tiempos reales y dejar margen para imprevistos.
Además, hoy en día muchos blogs de viajes, como por ejemplo Comiviajeros, incluyen itinerarios realistas en sus guías donde tienen en cuenta los tiempos de desplazamiento porque están basados en vivencias reales
7. Ignorar la cultura local y sus normas
Otro error es no haberse informado de las costumbres, normas y tradiciones locales. Lo que puede ser normal en tu país de origen, quizás es considerado ofensivo o incluso ilegal en otro país. Por ejemplo, en muchos templos de Asia se exige una vestimenta específica, en Estados Unidos es habitual dejar propina y en algunos destinos hay zonas donde hacer fotos está prohibido.
Viajar sin conocer estas normas puede generar situaciones incómodas, sanciones o multas, además de restar autenticidad a la experiencia. Por eso, antes de viajar es recomendable investigar la cultura del país, leer blogs de viajes especializados y prestar atención a las recomendaciones locales.
Con un poco de preparación, es posible disfrutar plenamente del destino respetando sus reglas, evitando conflictos y momentos incómodos que podrían arruinar el viaje.
8. No descargar mapas, Apps y documentación offline
Dependiendo del destino al que viajes, el acceso a internet puede ser limitado, caro o incluso poco fiable. Uno de los errores más comunes al viajar es no dejar preparada toda la documentación necesaria offline, porque puede generar estrés y pérdidas de tiempo innecesarias.
La solución es sencilla: descargar mapas offline (con Google Maps puedes hacerlo), aplicaciones de transporte, billetes de avión o tren, y toda la documentación importante como reservas de hotel, pasaporte escaneado y visados. También es recomendable tener copias físicas de documentos esenciales, por si surge cualquier imprevisto.
Con estas precauciones, puedes moverte con seguridad y resolver problemas sin depender únicamente de la conexión a internet, disfrutando más del viaje y evitando situaciones complicadas.
9. No comparar precios o dejar todo para última hora
Empezar a reservar vuelos, alojamientos u otras cosas en el último momento puede encarecer tu viaje bastante, además de limitar la disponibilidad de opciones interesantes.
Comparar precios en distintos buscadores y plataformas, revisar promociones y planificar con antelación permite ahorrar dinero y evitar sorpresas desagradables. Incluso destinos muy populares pueden ofrecer alternativas económicas si se reserva con tiempo o si se buscan fechas estratégicas.
Un consejo práctico es establecer alertas de precios, suscribirse a newsletters de aerolíneas u hoteles y revisar comparativas en blogs de viajes especializados. Este gesto te puede garantizar un viaje más económico y sin contratiempos.
10. No planificar el transporte interno
Muchos viajeros se centran en reservar vuelos internacionales y alojamientos, pero olvidan organizar cómo se moverán dentro del destino. Esto puede generar contratiempos, retrasos y sobrecostes innecesarios. Por ejemplo, en grandes ciudades como Ciudad de México, no conocer el sistema de metro, autobuses o apps de transporte puede complicar mucho los traslados.
Planificar con antelación significa informarse sobre transporte público, alquiler de coches o servicios de movilidad compartida, calcular tiempos y costos, y, si es posible, comprar billetes o pasajes con antelación.
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