De Málaga a Asturias: el viaje al cachopo de los 20 premios de Las Tablas del Campillín

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De Málaga a Asturias: el viaje al cachopo de los 20 premios de Las Tablas del Campillín

09 de julio 2025 - 00:00

Hay platos que trascienden fronteras y modas. El cachopo, emblema asturiano de capas crujientes y corazón fundente, hace tiempo que salió de su cuna para conquistar cartas de todo el país. Sin embargo, cuando se trata de encontrar el máximo referente, todos los focos apuntan a Las Tablas del Campillín en Oviedo, coronado con 20 galardones que certifican un récord absoluto. No es solo cuestión de premios: detrás late la visión de Juanjo Cima, artífice de una propuesta que mezcla respeto a la tradición, creatividad y una pasión contagiosa por el producto.

Veinte premios que hablan por sí solos

Las Tablas del Campillín no colecciona distinciones por azar. Su Cachopo Minero —nombre que rinde homenaje a la cuenca hullera asturiana— se alza año tras año con reconocimientos en prensa y televisión gracias a un rebozado ligero, relleno de ternera IGP y queso de la tierra que logra un equilibrio perfecto entre sabor y jugosidad. Desde campeonatos regionales hasta certámenes nacionales, los miembros del jurado coinciden: el cachopo ovetense se ha convertido en una referencia obligada para cualquiera que quiera medir el listón.

Esta excelencia no se queda en los fogones. Cima fue cocreador del Día del Cachopo (#CachopoDay), que cada noviembre llena de ambiente su restaurante desde hace ya nueve temporadas. También impulsa el Campeonato de España de Cachopo Amateur, labor que le ha posicionado como jurado de referencia entre aficionados y profesionales.

Dos templos asturianos para un mismo culto

La demanda creció tanto que el siguiente paso fue lógico: abrir La Taberna Asturiana en Gijón. Este nuevo espacio mantiene la filosofía de producto local y mimo por los detalles, pero añade una atmósfera marinera que encaja con la esencia de la villa costera. El resultado: los mejores cachopos también tienen acento gijonés, y los comensales pueden elegir ahora entre la intimidad ovetense o el bullicio junto al Cantábrico.

Ambos locales comparten carta —con guiños a otras recetas clásicas—, servicio cercano y ese punto de innovación que convierte la visita en experiencia. El famoso Burgerchopo (la hamburguesa de cachopo) nació aquí y hoy es una pieza de culto para foodies y curiosos.

Mucho más que un restaurante

En 2020, Juanjo Cima firmó De Cachopos y otros platos asturianos, el primer libro monográfico dedicado al plato. La obra recopila técnicas, ingredientes y anécdotas que ayudan a entender la evolución de esta receta y su arraigo cultural. No era su primer proyecto editorial: antes ideó el primer coleccionable de recetas de cachopo para La Nueva España, un éxito que multiplicó la difusión del plato.

Su creatividad no se detiene ahí. Para el programa de David Broncano preparó el célebre Caracachopo, un guiño televisivo que volvió viral el cachopo asturiano en redes nacionales. Y mientras tanto, el chef sigue ejerciendo de embajador itinerante, exportando talleres y catas que combinan tradición y vanguardia.

El cachopo que llega a tu puerta

Si Málaga Hoy presume de reparto de espetos a domicilio, Asturias no se queda atrás. En 2015 nació Telecachopo, la primera cadena especializada en llevar cachopos a casa. El servicio —activo en Oviedo y Gijón— protege la textura del rebozado y la temperatura interior gracias a envases diseñados ad hoc. Así, tanto vecinos como visitantes pueden darse un homenaje sin salir del sofá o sorprender con una cena informal con sello de autor.

¿Por qué debería interesarle a Málaga?

El turismo gastronómico se ha convertido en un motor para quienes buscan experiencias auténticas. Un fin de semana en el Norte ―con escala obligada en Las Tablas del Campillín y La Taberna Asturiana― permite descubrir una cocina que combina potencia, técnica y producto de proximidad. La fiebre por este plato sigue creciendo y su ecosistema se expande: festivales, concursos, rutas temáticas… En todos, Juanjo Cima figura como pieza clave. La conclusión es clara: cuando se hable del futuro del cachopo, habrá que mirar a Oviedo y Gijón para entender hacia dónde camina.

Asturias ofrece montañas verdes, sidra escanciada y, desde hace años, el cachopo más premiado del país. Gracias a la tenacidad de Las Tablas del Campillín y la proyección de La Taberna Asturiana, la receta se ha convertido en icono gastronómico nacional. Hoy, con libro propio, día oficial y reparto a domicilio, el cachopo abandona el rango de simple plato tradicional para convertirse en auténtico fenómeno cultural.

La próxima vez que busque una excusa culinaria para escapada gastronómica, recuerde este nombre: Cachopo Minero. Puede que no todos los tesoros estén bajo tierra; algunos se sirven entre dos filetes y un relleno cremoso que vale veinte medallas… y las que están por venir.

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