El teatro Cervantes despidió anoche las sesiones de semifinales del Carnaval de Málaga tras cuatro intensas jornadas. ¡Una verdadera pena ver cómo el teatro no se ha podido vestir de gala al completo en las semifinales, ya que ha faltado el plato más importante: la asistencia de los carnavaleros! 

La noche de los cuchillos largos se presentó con mucha dificultad, debido a la gran calidad de las comparsas. Comparsas que se han jugado su pase a la final en los pasodobles. Ya sabemos que los pasodobles son los que más puntúan en las comparsas, al contrario que en las murgas, donde el popurrí es el que más puntúa.

Los marcianos de la murga infantil "Los churumbeles marcianos" del director Nacho Garrido Pérez fueron los encargados de inaugurar la cuarta y última sesión de semifinal. Una actuación que estuvo muy bien defendida y que contó con buenos toques de humor con letras como la del oso de la cabalgata de Cádiz en la tanda de cuplés. El otro cuplé de tono mas reivindicativo, solicitaban la equiparación salarias, hombres y mujeres deben cobrar lo mismo por el mismo trabajo realizado.

La  "Comparsa juvenil la Esperanza" dirección de Alejandro Tejeiro Bravo era la segunda agrupación en cantar. La comparsa formada por chicas se preguntaba que si de los niños es el futuro, ¿por qué no gobernaban ellos? La agrupación dedico dos emotivos pasodobles, el primero de ellos a las madres y el segundo al director de esta comparsa, Alejandro Tejeiro. Cerraron un magnífico repertorio con el toque de humor en la tanda de cuplés, recordando que esta comparsa manda en todos lados, excepto en sus casas, donde la que manda son sus madres.

La comparsa "El país de siempre quizás" bajo la dirección de Álvaro Molina Gallego fue la primera agrupación en cantar dentro de concurso. Estos niños perdidos dedicaron su primer pasodoble a su querida y amada ciudad de Málaga, un piropazo en forma de 3x4. El segundo de los pasodobles fue para los capillitas y la pérdida del sábado de carnaval. En la tanda de cuplés lamentan la pérdida de personajes malagueños, excepto el alcalde, que es inmortal. Una muy buena actuación, con un tipo muy trabajado y gran calidad vocal. 

La murga "Loco por salir" dirección de Pepe León Losada fue la primera murga en actuar de la noche. Los presos volvieron a salir de sus celdas para hacer rugir a un teatro que terminó completamente enamorado de este grupo. Con una magnífica afinación dedicaron sus pasodobles a los mayores que viven en residencias como si fuera una prisión y a la dificultad de compaginar los ensayos con el Covid-19. Tras un genial popurrí el teatro despidió a esta murga en pie, entre numerosos aplausos y con gran ovación.

Era el turno de la comparsa "Los patronos" dirección de Juan Luis Leal Gallardo. Los Patronos fue la auténtica revolución de la noche, el carnaval personificado, la letra de la reivindicación, la puesta en escena como obra de arte. Tras dos espectaculares pasodobles con un tipo lleno de detalles que acaparaba toda la atención, la comparsa cayó como una verdadera bomba entre el público allí presente. Conforme sucedía la actuación, más rugía el teatro. El primer pasodoble fue un regalo a Málaga en forma de piropo. Una divertida tanda de cuplés y un maravilloso popurrí que completó un repertorio de 10.

"El tiempo entre costuras" bajo la dirección de la Agrupación fue la última murga en cantar del pase de semifinales. Estos murguistas de Rute pusieron en jaque el concurso con una actuación sobresaliente.  Ellos son taiwaneses explotados, que defienden un espectacular repertorio al tipo y con el acento propio. Estos taiwaneses se tomaron la libertad de criticar todo lo que no les gusta de la ciudad en su segundo pasodoble, ya que aseguran querer más a la ciudad que los propios malagueños. El estribillo de la tanda de cuplés fue esperado y cantado por el teatro: "Treinta sudaderas, cien camisas y un balón, todo eso llevo hecho desde la presentación; más mil camisetas y el pernil de un pantalón. No hay descanso en Carnaval. Este año el estribillo es coser y cantar. ¡Na más! Coser y cantar.

"El canal de los presos" del director Ginés González Tadeo ¡Qué fuerza de voces y vaya primera línea! Tras las rejas de la alambrada que montan sobre el escenario realizan un muy buen pase. Sus pasodobles son para homenajear a los mayores, de los que sienten admiración porque demuestran cada día que tienen coraje para salir en defensa de nuestras pensiones; y para desear que el pueblo se arme de valor para echar a todos los políticos que dividen al pueblo. Los cuplés son sobre uno de los componentes y sobre la imputación de José Luis Moreno.