Tercera semifinal del COAC Málaga: La verdad como sinónimo de Carnaval

Noche de lucha a coplas en murga y comparsas. Un Cervantes entregado se rinde a febrero. La desbandá, Rute, Los Leones, el Chino, Los niños y Las sublevadas regalan una noche para el recuerdo

Segunda semifinal del COAC Málaga: Noches que huelen a gloria

Murga Los Tradicionales.
Murga Los Tradicionales.

Martes de carnaval. No es Nueva Orleans, estamos cerca de Calle Frailes y el mundo sigue igual. Entre turistas despistados y pasacalles con bombo y caja se nos dibuja una Málaga distinta y a la vez, sigue igual. Entre saludos de año en año y fotos de un oriundo lleno de purpurina con un ser humano blanquecino y con acento de países herejes, el mundo sigue igual. Entre la lucha del encaje de la cantera y la afición reclamando menos horas, todo sigue igual. Entre recortar de grupos las semifinales y finales y todos los grupos queriendo entrar, todo sigue igual. Tal vez sea esto. A lo mejor es que todo debe seguir igual.

El martes de semifinales fue declarado como día malaguista y así lucía el Cervantes con camisetas, banderas y bufandas y buen ambiente para recibir a Joaquín Crespo cantando un himno no oficioso del equipo de La Costa del Sol con las mascotas oficiales tanto del carnaval, Momo, y la del Málaga Superboke. El público disfrutó con las actuaciones de la murga infantil Los que te dan la nota y el romancero Al carajo el Marqués.

La Desbandá

De la mano del dúo Miguel Gutiérrez y Antonio Carlos Rojas Gallego nos llegó como primer plato fuerte de la noche la compasa malagueña La Desbandá. El inició de la presentación musicalmente asemeja el ruido de un tren partiendo. Y ese es el tipo, malagueños que acaban exiliados por obligación ante la situación actual de la vivienda en la ciudad. Una desbandá nueva y real. “Hoy se abre un cañón de gargantas para decir Málaga sin malagueños”. Tras el esperado e histórico grito de guerra de Antonio Carlos se inicia un pasodoble que se basa en la angustia de la poca respuesta de la sanidad ante una enfermedad tan terrible como el cáncer. Letra dura y certera, el autor conoce bien el tema ya que es doctor en medicina, un grito rabioso ante la situación de muchos enfermos abandonados por el sistema sanitario de La Junta de Anda lucía y su presidente. Muy aplaudido por la afición. En el segundo, un homosexual relata en primera persona, tocando lo rancio de la familia y centrándose en como, tras buscar ayuda en la Iglesia, esta le ofrece terapia de conversión sexual y tras errar el camino incluso con la posibilidad de casarse con una mujer para acabar delante de su Cristo aceptando su sexualidad y siendo feliz ante su marido. Letra con un valor singular al ser el autor un reconocido cofrade. Gusta mucho en el teatro. A la retirada de Nadal el primero de los cuplés y el segundo a cierto batido de proteínas que ofrece la mujer a un marido obsesionado con el gimnasio. Resultona. El grupo ha dado un cambio de rumbo en el popurrí como pudimos observar en preliminares con cuartetas marcadas, con música que entra en el oído y letra, como debe ser, crítica y concienciada a Málaga regada de poesía. Preciosa y sentida la cuarteta final que es no es más que un piropo entre nostalgia, esperanza y sueños y el lema final de no abandonar la ciudad a su suerte. Teatro en pie. Los engarces entre cuartetas son un lujo. Huelen a viernes.

Los Tradicionales

Desde Rute, Córdoba, nos llegaban Los Tradicionales, estos pizzeros napolitanos que ejercen de hosteleros con autoría de Juan Manuel Cobos se encontraron a un Cervantes calentito que encajó de buen grado los pegotes de la presentación donde la música italiana cobra todo el protagonismo. El primero de los pasodobles a la degradación de los servicios públicos con repaso a la actualidad con remate del abandono que sufre el pueblo con respecto a los que no gobiernan. Segundo pasodoble, de los mejores de la modalidad, a la necesidad de gritar bien alto la identidad del Carnaval de Málaga que debe ser propio y alejado de otros carnavales. De tatuarselo. Golpetazo a Ábalos y a Errejón en un primer cuplé que gusta en el respetable. El segundo localista donde le dan al alcalde y a los museos de la ciudad con cierta poca vergüenza. Tremenda tanda de cuplés de la murga que resulta y presenta credenciales ante el jurado. El popurrí crece en esta sesión resultando completamente de principio a final. Sin duda es la musicalidad italiana que te atrapa y te meten en escena manteniendo una sonrisa constante está la clave. El público se lo está pasando en grande con un grupo en estado de gracia que hace que mi quiniela de la final en murgas se aclare. Un popurrí al tipo deja en manos del jurado su pase a la gran final del viernes. Rute siempre es un sí.

Las naiperas

La única compara juvenil en concurso, Las naiperas desde Alcalá del Valle con letra de José Ayala y Juan Jesús nos traían un tipo muy de comparsa con toques alegóricos de cartas y juego. En el primero de los pasodobles nos contaron la lucha de la mujer a la igualdad bien construida marcando desde la lucha social y obrera que las mujeres han liderado en numerosas ocasiones. Muy aplaudido. El segundo a ellas mismas alabando su esfuerzo para llegar a esta noche de semifinales y el amor que profesan al carnaval. El primero de los cuplés con arte a la mala suerte con guerras y pandemia incluida que lleva Pedro Sánchez en su mandato catalogándolos de gafe. El segundo a los viajes a Turquía de los señores que sufren alopecia. Encima cantan como los ángeles. El jurado decidirá.

La sublevada

La sublevada actuó tras el descanso. Comparsa que encandiló a la afición, en preliminares, tanto por su puesta en escena como por el canto y letras. Reivindicando que la mujer no es un florero más, un adorno en la fiesta sino que su puesto es por derecho una de las patas de nuestro carnaval. La autora, Pepa López, deja claro un mensaje, no ya necesario, sino real. Y es lo que hay. Sin más. “Hoy el carnaval nos hace libre y nos alzamos”. Ovación cerrada en el teatro tras la magnífica presentación. Toda una intención, en forma de programa político con una visión onírica de lo que podría ser la Málaga de nuestros sueños que acaba en la dosis de realidad tras despertar a la cruda realidad en el primero de los pasodobles. Original la letra que se distingue de la temática de este carnaval. Si el pueblo canta tanto a estos problemas por algo será. En el segundo, sin duda con rabia que clava un puñal ante las letras machistas, chistes zafios y borderíos que acaban siendo aplaudido por un público que se convierte en tragacoplas. Necesario. Magnífico pasodoble que, y en opinión de este cronista, no cambiará uno de los males de este carnaval. El aplauso fácil. Bravo por la autora. En los cuplés, un primero resultón a ese mal genético del hombre a no encontrar las cosas consiguiendo el objetivo de hacer reír, más discreto el segundo a la perdida de identidad del malagueño en el centro. El popurrí una gozada de mensaje continuo y crítica con la virtud de no caer en el victimismo ni la pena. Bravo. A mí me gustaría volver a escucharlas, pero claro, yo no puntúo.

Mi casa es la suya

Murga Mi casa es la suya.
Murga Mi casa es la suya.

La histórica murga del Chino, Mi casa es la suya actuó tras el descanso. Vuelven esos abuelos con okupas familiares a la vejez. En el primero de los pasodobles se vuelve a tirar de raza con la reivindicación necesaria y malagueñísima por derecho de que el Carnaval de Málaga es nuestro carnaval y si tú eres aficionado que disfrutas de una de una de las moragas de nuestras benditas noches no cantas a la tierra que te vio nacer. De vellitos de punta. El segundo a los vendidos y sube carros con el Málaga cuando las cosas van bien como en el ascenso. Bien tirada la letra. Cupletinas. No queda más remedio que decir chupito. Pero claro, como hemos dicho si están bien rematados causa su efecto por su dificultad. Y en este caso así están hecho. Todos resultan con temática completamente diferenciada. Estribillo que se corea desde el respetable. Con cambios con respecto a preliminares desde esos balcones tan de barriada. Los que vivimos en casas pequeñas nos reflejamos en el popurrí, esencia absoluta de la murga. Conectar con historias del día a día. Se gustan y gustan al Cervantes. Un grupo que domina de siempre el pase de semifinal como es el caso. Me encanta ese final del popurrí alegre sin tirar de melodrama con copla sentida. Han disfrutado de una manera grandiosa y nosotros con ellos. Si tenían dudas en las quinielas de murga pues ya tienen a otra.

Los enamorados

A enamorar a Málaga vuelve David Fernández con esa declaración al amor sincero, doloroso y apasionado de sus letras con Los enamorados. “Otra vez canto a mi tierra, cómo no le voy a cantar”, después de eso poco más se puede añadir. Una confesión ante el Dios Momo del propio autor ante la forma en que ha tratado a las mujeres en su vida en otros tiempos y al derecho que todos tenemos a rectificar y darse cuenta de que este no es el camino. Sin duda la forma de tocar el tema con ese enfoque en primera persona hace que sea uno de los pasodobles del concurso. Bombazo en el segundo inapelable con murmullo tras la pieza. La subvención pública que el ayuntamiento ha dado a la cofradía de La Esperanza por su peregrinación a Roma de 300.000 euros para comprar votos y voluntades, bajo el prisma del autor, en un mundo cofrade corrompido. Traerá cola, como debe ser. Con las parodias precuplé se meten al público en el bolsillo y con esa pieza cortita y al pie consagran con cierto cuplé propio de la Audiencia Nacional una tanda magnífica. Uno intenta narrar el popurrí, pero todavía sigo en el segundo de los pasodobles. Letra y letra y más letra en el popurrí que embelesa bajo una musicalidad excepcional. Son otros tiempos, yo ya estoy mayor y pienso en la retirada con la tranquilidad de que la juventud ha hecho suya la verdad y el carnaval. Porque esto es Carnaval. Punto.

Quiero que mi padre se vaya, pero mi padre no quiere

Y cerramos la semifinal por todo lo alto con la murga de Los leones y ese nombre tan largo para escribir en una crónica que no es otro que Quiero que mi padre se vaya, pero mi padre no quiere bajo la autoría de los hermanos Francis y José León. Vuelve el alcalde de Málaga desde el balcón del ayuntamiento a desheredar a estos hijos propios de comuna hippie. La esencia de Huelin, de murga espectáculo vuelve de la mano de los leones y a mí se me van los pies y conecto con lo añejo y lo nuevo con la tradición como bandera. Pepe León ha superado al alcalde. No lo volveré a verlo con otros ojos. Piropazo con mucha guasa jugando en un spanglish entre el foráneo que quiere vivir aquí y la expulsión del propio ciudadano muy aplaudido. Gran letra en el concurso con temática muy local de las que agradecemos sobre la construcción de un puerto deportivo en el barrio de Huelin y como choca esa riqueza impostada con la realidad del primer barrio obrero de Málaga en el segundo. De Categoría. Cupletina. Chupito, el último del día. Con guasa sobre el uso de las drogas. Resalta en la segunda tanda la búsqueda de aparcamiento en San Andrés. Simpática tanda. En el popurrí este alcalde tan carnavalero relata su lucha con sus hijos haciendo disfrutar a un teatro volcado. Posiblemente tendremos a un alcalde despierto hasta el veredicto.

Son noches de poder enseñarlas con orgullo al neonato carnavalero y demostrar que las hijas e hijos de la ciudad crean arte cada año, costando los dineros, las horas y la familia. Bendito carnaval que atrapa.

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