Salir al cine

Belleza y precisión del cine político

  • La iniciativa Tandem trae el sábado 4 y el domingo 5 a los cines MK2 Nervión la extraordinaria ‘Disturbios’, de Cyril Schäublin, y el clásico ‘Gente en domingo’ (1930) de Siodmak, Ulmer y Wilder.  

A menudo asociamos el cine político a las formas realistas o a una estética de urgencia, llevados por esa inercia que ha hecho de los Loach o los Dardenne los adalides estilísticos del compromiso social y las reivindicaciones de clase. Empero, también puede hacerse un cine radicalmente político y contemporáneo sin pegarse necesariamente al presente ni mucho menos mimetizando una puesta en escena pseudo-documental tantas veces entendida como trasunto de lo real. 

Disturbios, el segundo largo del suizo Cyril Schäublin, que inició su andadura en la Berlinale de 2022 y ha cosechado hasta la fecha numerosos reconocimientos, es una buena muestra de que el cine político también puede ser hermoso, riguroso, original y cartesiano en sus formas y no necesariamente didáctico en su desarrollo narrativo. La película, que llega a Sevilla junto a su director en un pase especial este próximo sábado 4 a las 20h. en los cines MK2 Nervión, viaja en sus formas limpias y depuradas, con sus planos distantes y sus diálogos precisos, a la Suiza del políglota y próspero Valle de Saint-Imier en torno a 1875 para mostrarnos las dinámicas del trabajo especializado, el despertar de los movimientos asociativos y reivindicativos del anarquismo y los albores del capitalismo moderno alrededor de las fábricas relojeras que contribuyeron a forjar la imagen de un país de prosperidad, precisión, organización y neutralidad.

Así, entre el impulso del nacionalismo y la toma de conciencia de los derechos de los trabajadores y las mujeres, entre la mirada detallada a los procesos de manufactura, la organización del tiempo y la naturaleza impasible que circunda los espacios de trabajo, Disturbios va trazando entre secuencias independientes el mapa (moral) de un momento histórico que condensa el germen de un presente donde aún palpamos las consecuencias de un sistema socioeconómico basado en la explotación y los desequilibrios entre las fuerzas del dinero o el poder y las fuerzas del trabajo.

Schäublin observa a los grupos desde la distancia aunque los escucha en primer plano, filma la tecnología y las rutinas laborales con una mirada entomológica, dispone sus escenas siempre desde un ángulo insólito, desdramatiza la dialéctica entre patrones y trabajadores, entre la autoridad y el pueblo, para introducir el paulatino sometimiento a una dinámica de eficiencia y control del tiempo en estrecha relación con el nuevo orden fiscal, la obediencia ciudadana o el derecho a la libre asociación y y el ejercicio de la democracia.

Una mirada analítica y metafórica que, decíamos, no renuncia a la belleza, a la recreación minuciosa de una época poco representada, mucho menos en estas formas minimalistas, elípticas, episódicas y destensadas que dejan incluso espacio para un singular episodio romántico entre el viajero y cartógrafo ruso Pyotr Kropotkin, que sirve de guía por el lugar, y la trabajadora que se resiste a eternizarse en sus labores en la elaboración de mecanismos de precisión para relojes que serán exportados a todo el mundo desde aquel pequeño rincón de Suiza.      

'Gente en domingo': más allá de la realidad

La proyección de Disturbios y el posterior coloquio con su director el sábado 4 tiene una continuación el domingo 5 en forma de tándem. A saber, la nueva y exquisita distribuidora independiente Lost & Found que gestiona Víctor Paz Morandeira ha tenido a bien pedirle al cineasta que seleccione una película del patrimonio cinematográfico que pueda dialogar con la suya o en la que puedan rastrearse las ideas o el legado para el presente.

Esa película es Gente en domingo (Menschen am sonntag, 1930), un estudio de la vida cotidiana de los trabajadores del Berlín de la época que se inscribe en el periodo de las sinfonías urbanas y que reunió a Robert Siodmak y Edgar G. Ulmer en la dirección, a Billy Wilder en el guion y a Fred Zinnemann en la fotografía, todos ellos futuros pesos pesados en Hollywood tras su salida forzosa de Alemania.

Para Schäublin, que encuentra una clara relación entre el filme y el libro de Sigfried Kracauer publicado el mismo año Las masas asalariadas, la película es un claro ejemplo sobre “cómo retratar la vida de las personas. Menschen am Sonntag convoca lenguajes, rostros, manos, que —para mí— parecen tener lugar fuera de la liturgia del cine, y de sus definiciones y miradas centralizadas en él. Eso es lo que hace que esta cinta sea tan hermosa y por lo que me encanta”.

El estreno de la semana: 'Llaman a la puerta'

Siempre fuera de la carrera por el Oscar, ni falta que le hace, M. Night Shyamalan sigue fiel a su rumbo de búsquedas dentro del cine de género y de su personal concepción de los relatos y la puesta en escena, de la que es un maestro consumado. Su nuevo filme, Llaman a la puerta, vislumbra una vez más el Apocalipsis y las grandes encrucijadas morales del hombre en los contornos de una cabaña en pleno bosque convertida en el gran escenario del mundo.        

Trailer Llaman a la puerta