Hervir (Boiling point) | Estreno en Filmin

Pesadilla en la cocina

Stephen Graham en una imagen del filme 'Hervir (Boiling point').

Stephen Graham en una imagen del filme 'Hervir (Boiling point').

En tiempos de cocina-espectáculo, chicotes y codazos por una estrella Michelín, la cinta británica Hierve (Boiling point) se adentra en la trastienda de un restaurante de moda londinense a través de uno de esos tour de force estilísticos empeñados en capturar el frenesí del tiempo real de una noche de faena en un único y virtuoso plano-secuencia.

Una noche que arranca por todo lo alto con la llegada del chef en plena crisis y el incordio del inspector sanitario, punto de partida para un atlético ejercicio de idas y venidas cosidas por un guion que no disimula sus golpes de efecto y su voluntad de retratar a cada uno de los actantes en la función culinaria-empresarial, de los cocineros y camareros al cliente impertinente, del crítico gastronómico de turno a los influencers de Instagram, y sus respectivos conflictos personales y profesionales concentrados en la hora y media que dura el espectáculo.  

Pero dentro del enjambre es el chef y co-propietario del local el que guía y arrastra con su crisis personal el tono tenso y crispado del filme de Barantini, un personaje al que Stephen Graham (Boardwalk Empire, El irlandés, Condena) vuelve a prestar esas cualidades de olla exprés siempre a punto de estallar que le vienen como anillo al dedo en un descenso que arrastra el relato y que también puede leerse en clave socio-laboral para estos tiempos de precariedad y consumo de humo a precio de oro.