[REC] Terror sin pausa | Crítica

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Balagueró y Plaza, creadores de la saga '[REC]', en el portal del edificio donde se rodó la primera entrega.

Balagueró y Plaza, creadores de la saga '[REC]', en el portal del edificio donde se rodó la primera entrega.

En la estela de Herederos de la bestia, sobre el impacto y la influencia de El día de la bestia de Álex de la Iglesia en la renovación del fantástico patrio, este documental celebra el 15º aniversario de [REC], la no menos influyente cinta de terror de Jaume Balagueró y Paco Plaza estrenada en 2007, con todas las trazas del fan service con tendencia a magnificar y estirar sus méritos y siempre desde la perspectiva de la cultura popular y el éxito industrial.  

Con la presencia de todos sus protagonistas, sobre todo la de sus dos creadores y responsables de las siguientes tres entregas de la saga, el filme responde a la fórmula de las entrevistas (al casting, los productores de Filmax, los técnicos, los fans u otros cineastas como Vilagondo, Ruiz Caldera o Serra) intercaladas con imágenes inéditas del rodaje o la presentación en festivales, especialmente en Sitges, destino natural y plataforma de lanzamiento internacional de una película que encontró en las formas discursivas del reportaje televisivo, la utilización del dispositivo de la cámara, el lenguaje del videojuego, el equilibrio entre control e improvisación, la narración en único punto de vista y los elementos clásicos del zombie horror unidos a la idiosincrasia de un edificio modernista de Barcelona las claves para un éxito mundial y un nuevo modelo de exportación para el terror.

Autopromocional y autocomplaciente en exceso, este documental alimenta con su abundante anecdotario la mitología y el culto desde la perspectiva del triunfo, aunque se queda tal vez algo descompensado en su mirada a esas continuaciones que, como en la tercera entrega dirigida por Plaza, planteaban una interesante torsión cómico-esperpéntica sobre los materiales originales.