Una librería en París | Crítica

El material emotivo de Scola y Castellitto

Bérénice Bejo y Sergio Castellitto en una imagen de 'Una librería en París'.

Bérénice Bejo y Sergio Castellitto en una imagen de 'Una librería en París'.

Título con gancho comercial para el circuito de versión original y espíritu navideño para esta adaptación de una pieza teatral (El material emotivo) de Ettore Scola con la que el actor italiano Sergio Castellitto prosigue su carrera como cineasta (No te muevas, Volver a nacer, Fortunata) siempre con un pie en las tablas y otro en ese cine que no renuncia a la palabra como principal activo para su tratamiento de las emociones.

El telón nos descubre aquí un escenario urbano hasta cierto punto ameliezado, una esquina de ambiente popular donde aún se hace habitable la vecindad y donde nuestros personajes interpretan su particular juego del reblandecimiento y la catarsis por roce de contrarios. En el epicentro, Castellitto se regala el papel de un tipo entrañable, librero melancólico y romántico que resiste los envites del mundo moderno refugiado a media luz, cuidando de su hija y alternando con unos y otros en lúcida bonhomía. La llegada de una actriz en pleno ataque de nervios (Bérénice Bejo) pone patas arriba un mundo de certezas crepusculares y despierta la ilusión de un futuro diferente, mientras alrededor se suceden las entradas y salidas de los secundarios de una función predestinada a la liberación.

Producto cálido y amable con su punto de pedigrí nostálgico de la cultura libresca y los tiempos analógicos, Una librería en París juega sus bazas en un concepto teatral trascendido con manga ancha y una inquebrantable voluntad de hablar a media voz de las soledades, frustraciones y anhelos de sus criaturas, un filme que busca agradar en sus formas suaves y en su retrato de tipos y situaciones que no terminan nunca de rozar el drama. Un filme al que tal vez le falte más arrojo o coherencia en su filiación teatral pero que contiene con cierta inteligencia emocional esos materiales siempre a punto de desbordarse.