Cómic

Adiós

  • ‘No te vayas’, de Jordan Crane: ¿cuál es la prueba más dura y dolorosa a la que nos somete la vida?

Detalle de la portada de la nueva publicación de cómic.

Detalle de la portada de la nueva publicación de cómic.

Sin lugar a dudas, y creo que compartiréis mi opinión, a la muerte de un ser querido. Padre, madre, hijo, hija, pareja. Incluso el vacío que se produce cuando ese perro o gato que, durante años ha sido uno más en el núcleo familiar, se convierte en ese pedazo que nos falta, buscándolo en las esquinas, volviendo a escuchar sus pasos, notando su contacto….

Aún recuerdo la muy buena impresión que tuve tras leer, hace ya algunos años, un cómic (en su contraportada se le definía como ‘pictocómic’) de pequeño formato titulado Último sábado de soledad, en que en un relato prácticamente mudo, su autor Jordan Crane ya se lanzaba de cabeza al mundo de los sentimientos, presentándonos a un viudo que, puntual, acudía al cementerio para dejar un bello ramo junto a la tumba de su amada esposa, encontrándose con algo totalmente inesperado.

Han pasado siete años, y Crane regresa con la que puede ser considerada su obra más ambiciosa hasta el momento. Artista multidisciplinar, nos da una lección magistral de cómo aprovechar al máximo los recursos que la narración gráfica, el cómic, pone en nuestras manos.

En No te vayas, título que ya nos revela la intención de la obra, conocemos a una pareja que regresa a casa. Por sus palabras, parece que han discutido en su camino de vuelta, hecho este que se resuelve con un simple beso.

Tras picotear unas patatas fritas, y no tener casi nada comestible en la nevera, Connie decide salir para comprar algunos comestibles para cenar.

Y es justo en el momento en el que ella se marcha, dejando solo a Will, su pareja, cuando poco a poco, una imaginaria bola de nieve surge de la nada y va creciendo a medida que los minutos pasan.

La lectura de una dura historia protagonizada por un matrimonio que acaba de perder a su bebé no va a ayudar nada, más bien todo lo contrario, ya que el ficticio drama que contiene el relato, más el contenido de una reciente conversación, en la que surge la noticia de la muerte del hermano de un conocido, así como la del perro de la madre de Will se van a convertir en la semilla del miedo que comience a atenazar a Will, que mira el reloj una y otra vez, nervioso por la tardanza de su pareja.

¿Qué le ha ocurrido a Connie? ¿Por qué tarda tanto?

La imaginación de Will se desboca, y pone en imágenes mil y una secuencias en las que ella no vuelve del supermercado, y las consecuencias de la temida “regla de los tres” que parece haber caído como una maldición sobre ellos.

Visiones de un futuro solo. Días de dolor, desesperación y, finalmente, dejadez al no saber vivir sin ella.

Jordan Crane nos golpea desde las páginas de su cómic, y aunque lo que narra es de una extrema dureza por momentos, no es óbice para impedirnos disfrutar de su relato en bitono, con un estilo gráfico, un trazo, que se ha hecho mucho más personal desde la última vez que supimos de su existencia como autor de cómics.

Y lo hace con una historia con la que todos y todas de nosotros, lectores y lectoras, no tenemos más remedio que empatizar, ya que por mucho que se retrase, la aguja del imaginario reloj llegará a ese nunca deseado momento en el que la ausencia de alguien querido nos golpee de pronto, sin remisión.

Saltando del relato que Will lee y le hará pensar lo peor, a los recuerdos del pasado, del más lejano, la infancia, con su primer contacto con la muerte. Hasta las conversaciones que le han llevado a ese estado de nerviosismo, que harán que sin pensarlo demasiado, tome una decisión.

Al igual que con la literatura y el cine, hay obras de cómic que no te dejan impasible. Y No te vayas es una de ellas, demostrando el nivel de maestría de su autor.

También felicitar, como no podría ser de otra manera, a Ediciones La Cúpula. Primero por regalarnos esta maravilla de historia, trayendo a España obras como ésta, que pertenecen al terreno más independiente del cómic norteamericano, en este caso particular.

Y en segundo lugar, por diseñar una edición tan atractiva como ésta, que sin lugar a dudas va a destacar de manera especial en las estanterías de las librerías.En fin, tan solo recomendaros que “no os vayáis”, no paséis de largo ante uno de los mejores y más recomendables cómics, desde mi modesta opinión, con los que he tenido el placer de encontrarme en los últimos tiempos.

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