Cómic

Desde el Infierno

  • ¿Qué peor condena puede existir que penar en el Inframundo? Tal vez tratar de huir éste…

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

Cuando Ian McGilles abrió los ojos se encontró dentro de algo que superaba a cualquiera de las pesadillas que, a lo largo de su existencia, hubiera soñado.

Rodeado de monstruos que le empujaban, fue recorriendo con la mirada aquel paraje que hubiera hecho encanecer al mismísimo El Bosco, ya que se encontraba en un pozo de condenación, el mismísimo Hades como nunca hubiera imaginado. Y lo peor del asunto es que su condena era la de penar eternamente, fustigado por los demonios y ensordecido por los gritos de los otros pecadores, que eran sometidos a las más crueles torturas.

Igual que a otros, su comportamiento en vida le había llevado allí.

Pero en medio de la desesperación y el terror más absoluto nace una pequeña llama de esperanza cuando conoce a un grupo que le acoge e incluye en su, en principio, descabellado plan: Escapar del Infierno.

Ellos son una envenenadora romana, la mujer de cuya 'inspiración' nació el temible tribunal inquisitorial, un celoso músico, una mujer pirata, el más famoso y misterioso asesino que nunca ha existido y, finalmente, un cínico militar nazi.

Curioso, por decirlo de alguna manera, grupo que iniciarán un periplo por estas llanuras calcinadas y que, pronto, muy pronto, se convertirán en el objetivo del que se va a ser su incansable cazador y némesis, el temible Descuartizador y su jauría de lobos malditos.

Como puede suponerse, las cosas no van a ser fáciles para este particular grupo, de cuyos miembros iremos conociendo sus lados más oscuros a medida que avance el argumento, justificándose completamente su permanencia y condena en este lugar.

Pero entre todos ellos, tal vez Ian sea el más misterioso, ya que no solo guarda un amargo recuerdo de su vida anterior, marcada por un sendero de violencia y una inesperada traición, sino que posee una 'habilidad' que les va a allanar el camino en algunas peligrosas situaciones.

Y claro, me falta nombrar a la que da título a este cómic, Volage, un ser con bello rostro de mujer y cuerpo de ave, que se sumará a esta evasión, y es el más misterioso de todos…

Si el nombre del guionista de esta cómic, Stephen Desberg, no os suena de nada, tan solo tenéis que busca en internet su casi interminable bibliografía, y así os daréis cuenta que se trata de uno de los más prolíficos y exitosos escritores de la BD francobelga, por lo que la calidad de este cómic está más que asegurada.

Pero si algo destaca en esta obra, es el apartado gráfico, donde su autor, el ilustrador Tony Sandoval despliega su talento e imaginación y nos regala un auténtico catálogo de aterradores seres infernales, y unos parajes a doble página por los que recorrer la mirada, algunos ciclópeos, otros desérticos, pero todos igualmente impresionantes (y escalofriantes, todo hay que decirlo).

Y es que la muerte, en muchas ocasiones, no es el final, sino tan solo el comienzo de una tortura de la que los pecadores no podrán escapar… ¿O tal vez sí?

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