El bacalao es un pescado que a muchísima gente gusta. En muchas partes del mundo, especialmente en países como Portugal, España y Brasil es un pescado muy consumido. Aun así, este pescado tiene ciertos inconvenientes, y uno de ellos es su proceso de salazón. El bacalao puede resultar muy salado y difícil de cocinar si no se realiza el proceso de desalado adecuadamente. En el artículo de hoy, te vamos a decir cómo desalar el bacalao y obtener el resultado deseado para nuestra receta..

Antes de comenzar el proceso de desalado, es importante tener en cuenta que el tiempo necesario para desalar el bacalao puede variar en función de diversos factores, como la cantidad de sal que presente el pescado, su tamaño y grosor, la temperatura del agua, etc. Por tanto, es recomendable hacer pruebas y ajustar el tiempo de remojo en función del resultado que se desee obtener.

Lo primero que deberemos hacer es comprar el bacalao de calidad. Las piezas deberán ser frescas y de buen tamaño, que son las mejores ya que serán más fáciles de desalar. Además, deberemos asegurarnos de que el bacalao esté bien seco antes de empezar el proceso de desalado.

El primer paso para desalar el bacalao es retirar la sal de la superficie del pescado. Para ello, sumergiremos el bacalao en agua fría durante unos 15 minutos aproximadamente, cambiando el agua cada tres o cuatro minutos tiempo. De esta manera, lograremos eliminar la sal que se encuentra en la superficie del bacalao, lo que nos facilitará el proceso de desalado posterior.

Una vez retirada la sal superficial, sumergiremos el bacalao en agua fría durante un tiempo determinado (varias horas) que dependerá del grado de salazón del pescado y del resultado que se queramos obtener. Lo ideal es que el agua cubra completamente la pieza de bacalao. Dejaremos que se remoje durante al menos 24 horas, cambiando el agua cada 8 horas aproximadamente para que el pescado no se contamine y siga en buen estado. Es importante usar agua fría, ya que el agua caliente puede cocinar el bacalao y alterar su sabor y textura.

Después de haber remojado el bacalao durante 24 horas por lo menos, lo retiraremos del agua y lo probaremos para ver si todavía está demasiado salado. Si es así, lo pondremos en agua fresca durante otras 12 horas, cambiando el agua varias veces como antes.

Cuando hayamos terminado el proceso y hayamos comprobado que el pescado está al punto de sal deseado lo secaremos con cuidado y con un cuchillo afilado para le quitaremos la piel y las espinas.