Historias desveladas

Por qué la 'Cantata del adelantado don Rodrigo' es la obra más insólita de Les Luthiers

El conjunto Les Luthiers en una de sus fotos promocionales de la década pasada, antes del fallecimiento de Rabinovich y Mundstock

El conjunto Les Luthiers en una de sus fotos promocionales de la década pasada, antes del fallecimiento de Rabinovich y Mundstock

El próximo 8 de mayo se publica Memorias de un luthier, el libro de memorias de Carlos Núñez Cortés en el que repasa todo el repertorio de su grupo, Les Luthiers, fragmentos de las letras de sus temas musicales y la intrahistoria de cómo se fraguaron todas esas piezas de ingenio musical, literario y humorísticos que fueron merecedores del Premio Princesa de Asturias en 2017.

Les Luthiers estuvo durante 55 años en los escenarios y en su devenir reciente fueron claves los fallecimientos de Daniel Rabinovich y del siempre narrador de los repertorios, Marcos Mundstock. Sin su voz nada hubiera sido lo mismo. La prematura muerte de uno de sus promotores, Gerardo Masana, también es fundamental para la trayectoria de estos jóvenes estudiantes y músicos argentinos que terminaron siendo uno de los principales exponentes de la escena en español.

Les Luthiers durante una actuación del pasado enero, con el grupo reconfigurado por las bajas. Les Luthiers durante una actuación del pasado enero, con el grupo reconfigurado por las bajas.

Les Luthiers durante una actuación del pasado enero, con el grupo reconfigurado por las bajas. / Enrique García Medina / Efe

Carlos Núñez anotó durante el medio siglo en que  formó parte del grupo y de sus extensas giras todo lo que era un diario de a bordo del trabajo de él y de sus compañeros. Todos esos detalles, muchos de ellos totalmente desconocidos, forma parte del volumen editado por Libros del Kultrum.

Entre las muchas historias que relata Núñez, compositor, director de orquesta  y fabricante de algunos de los curiosos instrumentos del grupo, se encuentra cómo se gestó la famosa Cantata del adelantado Rodrigo Díaz de Carreras. Una epopeya en la era de la colonización de Sudamérica declamada por parte del protagonista en castellano antiguo. Un papel que le era complicado para Rabinovich y de ahí que Ernesto Archer, que dejaría Les Luthiers en 1984, quien se convirtiera en el despistado conquistador español.

La cantata ha sido la pieza que en más corto tiempo trazó Les Luthiers en sus 55 años de músicas y repertorios de Mastropiero. Se levantó en tres días ya que el repertorio del montaje Mastropiero que nunca, estrenado en Buenos Aires en 1977 (con un inmenso doble disco grabado en vivo en el teatro), se había quedado corto. Les Luthiers necesitaba una pieza que rondar los quince minutos y rebuscando entre todo lo que se había quedado en boceto se encontró la idea de un conquistador, todo en tono engolado, que descubre América de Sur a Norte, lo que permitía crear distintas piezas de homenaje al folclore d elos distintos países de la ruta.

Vídeo editado por Les Luthiers con la pieza de 'Cantata de don Rodrigo Díaz de Carreras'

La premura y las prisas no se notan en absoluto en la calidad de la Cantata de don Rodrigo y es uno de los grandes temas de Mastropiero que nunca. "Mi honra está en juego y de aquí no me muevo" está unida a la voz de Acher. Carlos Núñez fue el encargado de interpretar posteriormente al adelantado. De todos los fragmentos tal vez el más memorable el de los incas, "somos los incas, un pueblo incansable, nuestras riquezas son incalculables...". Maravillas del ingenio de los argentinos Les Luhiers cuando debían terminar un repertorio a toda prisa. 

Por supuesto, Mastropiero que nunca es uno de los grandes espectáculos de la banda. Pero ¿con cuál de ellos quedarse? Memorias de un luthier es una completa semblanza de una inspiración a prueba del paso del tiempo.

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