El estornino de Mozart | Crítica

El pájaro extranjero

  • Capitan Swing publica 'El estornino de Mozart', libro de la ornitóloga Lyanda Lynn Haupt, entre la ecología y la especulación histórica, donde se narra la relación de Mozart con su mascota, un misterioso estornino

Imagen de la ornitóloga estadounidense Lyanda Lynn Haupt

Imagen de la ornitóloga estadounidense Lyanda Lynn Haupt

Este libro, inteligente y bien escrito, parte, sin embargo, de un hecho incómodo: el odio que se le profesa a los estorninos en Estados Unidos, debido a los daños que originan y a su condición de “especie invasora”, venida del Viejo Mundo (paradójica cuestión en un país compuesto, en buena parte, por colonos europeos). A esta incomodidad inicial se añaden, no obstante, otros aspectos más benévolos e interesantes: las extraordinaria capacidad de imitación de dichos pájaros, y un misterioso episodio histórico, protagonizado por Mozart, cuando el compositor entró en una tienda de mascotas y compró un estornino que cantaba... su última composición, aún desconocida para el público.

Mozart tuvo como mascota a un estornino durante tres años

Con esta heteróclita porción de hechos, El estornino de Mozart, de la ornitóloga Lyanda Lynn Haupt, trata de recomponer, no solo el conocido cuadro de época, a la manera de Chardin, donde la burguesía y la aristocracia del Setecientos se presentaban como tiernos compañeros de un animal doméstico, refinado o vulgar (como el pájaro mozartiano), sino el modo mismo en que Mozart compartió su vida con aquel estornino, adquirido en mayo de 1784. También tiene este libro una ambición añadida (que convive con el odio al estornino que la autora confiesa), cual es la de mostrar el vínculo que se establece entre los seres vivos adoptando la vía del pedagogo ruso Konstantin Stanislavski; esto es, la de vivir con un estornino, en condiciones similares a las del compositor salzburgués, para imbuirse de los lazos sentimentales entre ambos.

Dicho cuadro familiar, reflejado con profusión en el arte a partir del XVIII, es el que reproduce Haupt en estas páginas. Pero no solo. Son páginas de buena escritura que Haupt dedicará a interrogarse sobre el vínculos afectivos del hombre, y sobre la belleza de un animal, comunicativo y astuto. También sobre la vinculación histórica del arte y la vida (los estorninos llegaron a Central Park por un aficionado a Shakespeare). Lo cual implica que El estornino de Mozart es algo más que la recomposición de una amistad ocurrida entre un pájaro y un ser humano. Una amistad, por otro lado, reveladora de la parte lúdica e instintiva de un hombre llamado Wolfgang y del carácter “humano”, de la aptitud social un estornino que quizá se llamara Star, según la autorizada voz de su fabuladora.

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