Colista, con cuatro puntos de 27, pero con una mejoría constante y evidente en las últimas jornadas, a la que la falta de gol es lo único que le ha impedido plasmarse en resultados, quedaba el Málaga tras su derrota por la mínima ante el Valencia el pasado domingo. Pese a todo las sensaciones eran buenas, de seguir avanzando, mucho mejores que los números.

Con una sobresaliente unidad en un vestuario que no para de recibir revés tras revés y ver que no se recogen los frutos del trabajo. Con la vista alzada, al frente. Con la confianza para salir del pozo comenzaron los entrenamientos preparativos del partido de esta tarde en el Heliodoro Rodríguez López.

Con las dudas de hasta cinco jugadores se fue llenando la enfermería. El jueves no había descartados oficialmente y sólo dos resultaban serias dudas. Ayer no entró ninguno en la convocatoria. Así, el Málaga viajó a las islas sin Apoño, Luque, Juanito, Manolo y Helder. Sin tres titulares habituales, entre los que se encuentra su timón, el de La Palmilla, principal factor en la evolución futbolística del equipo.

Todo esto no es ni más ni menos que el resumen de los últimos siete días en Martiricos. Es como si una semana de normalidad les estuviera negada a los de Muñiz, que en los imponderables están encontrando un rival aún más fuerte que los propios de la competición. Así, la convocatoria malaguista la completan tres grandes novedades: Muñiz ha de tirar de la cantera y con el equipo viajaron Jurado, Javi López y Toribio. Un lateral y un interior diestros y un medio centro defensivo.

El panorama no pinta de la forma más halagüeña posible. Encima, el Tenerife basa sus puntos en casa: tres victorias y una derrota. El Málaga, encima, fuera únicamente sumó en Jerez. Para contrarrestarlo el técnico asturiano maneja dos opciones: la veterana o la sorprendente. En la primera, la lógica, tirará de jugadores de la primera plantilla. En la segunda, Toribio debutaría en el doble pivote junto a Xavi Torres para dar más libertad y menos metros a Benachour. Es una ocasión para que jugadores como el tunecino y el propio Edinho, hombres con menos minutos hasta ahora, reivindiquen su contratación.

La respuesta, esta tarde, ante un rival que al malaguismo y a Muñiz evoca buenos recuerdos. Aunque fue en La Rosaleda, ante ellos se logró el último ascenso. Y eso es lo que necesita este equipo.