Ahora más que nunca
Ganar El Málaga necesita un triunfo que reste angustia en su entorno Conciencia La plantilla ha pasado la semana reponiendo su estado anímico


Si les gusta esto del fútbol, sabrán aislarse del tema de las primas, que sólo residen en las cloacas de este deporte. Si les gusta esto del fútbol, seguro que se emocionaron viendo a John Terry, corazón sobre el que reposa el escudo del Chelsea, llorando desconsolado como cualquier niño que pierde un torneo de barrio. Haciendo olvidar al telespectador que no hay un sueldo más alto que el suyo en la Premier ni defensa mejor pagado en el mundo. Sepan también que no faltaron las lágrimas en el vestuario del Málaga tras la debacle ante el Hércules. Y como donde hay llanto hay sentimiento y donde hay sentimiento hay vida, mientras haya vida ahí la esperanza blanquiazul seguirá en pie.
Si les gusta esto del fútbol, sepan que la expedición del Málaga viajó a Sevilla con un fardo de cartas escritas por aficionados del equipo a los jugadores y DVD con buenos momentos de la temporada para recordarles que sus seguidores siguen ahí y que ellos continúan siendo buenos. Que la afición ha entendido que ahora es el mejor sostén que pueden tener sus jugadores y quieren ejercer como tal ya desde el Sánchez Pizjuán.
Si les gusta esto del fútbol, convendrán que las dudas y el sinsabor de las últimas derrotas no pueden pesar más que la ilusión por el ascenso, para el cual aún hay un punto de ventaja. La actual tercera plaza y un campeonato entero ubicado en el podio deben ser más que argumentos para dar un voto de confianza de un mes a los jugadores y el técnico que devolvieron la esperanza a la ciudad.
Si les gusta esto del fútbol, recordarán que, cuanto más sufrimiento, más se disfruta luego la obtención del objetivo. Quizás ahora es cuando Málaga empieza a comprender el mérito de las 38 jornadas anteriores y a valorar un esfuerzo que no decaerá en las cuatro restantes.
Si les gusta esto del fútbol, debe darles igual que al querer escribir en su alineación soñada a Helder o Salva las palabras que les salgan sean Silva o Iván Rosado. Hagan memoria y recuerden cómo las grandes hazañas también cuentan la humanidad de los mejores -vean el divorcio de Cristiano Ronaldo con los penaltis en la Champions o la extensa nómina de especialistas condenados desde los once metros de grandes citas- y el protagonismo de los secundarios (el joven Iván Bolado dio al Racing la primera clasificación europea de su historia o el castigadísimo Higuaín volvió a disfrutar de los laureles en la segunda Liga blanca consecutiva).
Si les gusta esto del fútbol, se olvidarán de que el Málaga lleva tres puntos de los últimos 12, que hay bajas sensibles y jugadores por debajo de su rendimiento, que la Real Sociedad y el Sporting aprietan fuerte, que los filiales son incómodos y que un derbi andaluz tiene más de rivalidad que de hermandad, porque la fe y la confianza, ahora tan necesarias, se impondrán por encima de todo ello.
Si les gusta esto del fútbol, sabrán que este deporte no se concibe sin intangibles, sin emoción y sin soñar. Si les gusta esto del fútbol, soñarán el sueño del ascenso a Primera División e intentarán no despertarse, al menos no antes del 15 de junio. Sobre todo, si lo que les gusta de esto del fútbol es ser del Málaga.
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