Se quedó a un metro de la orilla el jueves, pero Alejandro Davidovich tiene bola extra y debutará en un grand slam. Un par de lesiones de los jugadores con plaza en el cuadro final de Roland Garros, Sam Querrey y Felix Auger-Aliassime, han corrido la lista de lucky losers (perdedores afortunados), los jugadores que se quedaron en el último corta de la ronda previa y que debían esperar en París hasta el inicio de la última jornada de primera ronda para entrar en caso de contingencia. Y así ha sido.

Querrey renunció a primera hora del domingo y ya se quedaba el primero Davidovich en la lista de espera. No había tenido fortuna el malagueño en el sorteo que se realiza entre los perdedores de la última ronda previa, pero aún albergaba esperanzas. Aliassime, coetáneo de Davidovich y con el que se ha enfrentado ya en tres ocasiones, es una de las sensaciones del circuito, con 18 años ya jugó este sábado la final del ATP 250 de Lyon para colocarse entre los 30 mejores del mundo. Pero un problema en el pubis ya le hizo jugar mermado contra Paire en la final y le ha llevado a renunciar al torneo.

Días antes de cumplir los 20 años (lo hará el 5 de junio), Davidovich debutará en París en uno de los grandes iconos del tenis universal. El primer adversario será el australiano Jordan Thompson, número 69 del mundo. De 25 años y 1.83 metros, Thompson tiene como tope el puesto 63 en su carrera. En principio, será este martes. De ganar, se mediría al vencedor del duelo entre Ivo Karlovic y Feliciano López.

Sin duda, un hito en la incipiente carrera del tenista malagueño, el estreno en un torneo del grand slam que le debe dar un impulso más tras un tramo de temporada fructífero en el que ya otea los 100 mejores del mundo en el ranking.