En la apacible pretemporada del Unicaja sólo un aspecto enturbia el moderado optimismo. Alfonso Sánchez, uno de los productos de Los Guindos más prometedores, no ve la luz desde aquel fatídico 17 de octubre de 2007, cuando la rotura del ligamento cruzado interior de su rodilla izquierda le dejó en el dique seco seis meses.
Después llegaron unas molestias en su muñeca derecha que precisaron otra intervención quirúrgica cuya recuperación no fue buena. Y ayer volvió a pasar por el quirófano por la misma lesión. En la clínica Centro de Madrid, el doctor Fernando García de Lucas le intervino de una pseudoartrosis en el escafoides en una compleja operación que finalizó de manera satisfactoria. Pero la consecuencia es desoladora: otros cinco meses de recuperación, de oscuro trabajo en el gimnasio. El periodo es aproximado y todo dependerá de cómo asimile su organismo los nuevos injertos, pero parece poco probable que vuelva a jugar antes de febrero. Cuando lo haga llevará casi un año y medio de interminable pesadilla.
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