Amrabat hace las maletas

El Málaga y Gracia dan por perdido al atacante ante la intención del Watford de pagar los ocho millones de su cláusula de rescisión Apurarán para que esté en el derbi en Sevilla

Amrabat, en el aeropuerto de Málaga, en una de sus llegadas.
Amrabat, en el aeropuerto de Málaga, en una de sus llegadas.
Ismael Touat Málaga

15 de enero 2016 - 05:02

Se paseaban Nordin Amrabat y su agente el miércoles noche por el centro de Málaga. El atacante lucía sonrisa y se hacía fotos con quien se lo pedía. Seguramente estaba disfrutando de uno de sus últimos paseos por la ciudad como futbolista del Málaga. Porque Amrabat está cerca de salir del conjunto blanquiazul. La apuesta del Watford inglés por el holandés de origen marroquí ha cobrado fuerza en las últimas horas. Ayer mismo tanto los dirigentes como Javi Gracia daban por perdido a Amrabat.

Amrabat tiene una cláusula de ocho millones de euros. El Watford acometerá esa inversión y se llevará al jugador, salvo giro de los acontecimientos. Poco margen de maniobra tiene el club en una operación así. Ya le ocurrió al Málaga el pasado verano con Juanmi, que se fue después de que el Southampton pagara los siete millones estipulados en su cláusula.

El jugador conoce desde hace días el interés del Watford, que preside el empresario Gino Pozzo, también propietario de Udinese y Granada. Amrabat ve con buenos ojos la idea de jugar en la Premier League, a pesar de que está a gusto en la Costa del Sol. La calidad de vida malagueña fue uno de los motivos que llevaron al jugador y su esposa elegir la opción de regresar a Málaga aun estando plenamente establecidos en la gigantesca y caótica Estambul. Tras dos cesiones, y después de abonar 3.5 millones de euros, Amrabat se convirtió en propiedad del Málaga el pasado mes de junio. Firmó un contrato hasta 2019.

El miércoles en la entidad ya tenían conocimiento de que el Watford pensaba cerrar el fichaje de Amrabat de cara al presente mercado invernal. El conjunto inglés, dirigido por Quique Sánchez Flores, es décimo de la clasificación en la Premier League y busca dar un salto competitivo. También tiene sus miras puestas en el malaguista Carlos Kameni, aunque en este caso la estrategia ha sido la de esperar un movimiento del meta camerunés. Kameni ahora estudia con el Málaga un nuevo contrato. Su cláusula es mucho más asequible que la de Amrabat: un millón de euros escaso.

No han faltado voces entre la afición quejándose de lo barata que está la libertad de Amrabat, un futbolista capital para el Málaga y que cuando se encuentra a su mejor nivel rivaliza con primeros espadas salvando los de Barça y Madrid. Claro que una de las condiciones que se expusieron en la negociación para su fichaje fue la de una cláusula no demasiada elevada, de ahí los ocho millones.

Pese a la cercanía de su salida, Amrabat no quiere dejar tirado al equipo y apurará varios días. Su intención es estar mañana en Nervión con el equipo y disputar el derbi contra el Sevilla. Sería un curioso epílogo a su trayectoria con el Málaga: su primer partido con la zamarra blanquiazul fue contra el conjunto sevillista.

A falta de dos semanas para cerrar el mercado invernal se desvanece la ilusión de Gracia de seguir contando con su plantilla intacta si cristaliza la marcha de Amrabat. El martes el técnico hablaba sobre la posibilidad de perder alguna pieza importante. "No creo que se vaya ningún jugador con intención de venta por menos de su cláusula. Que se vayan si pagan la cláusula es inevitable en cualquier equipo o jugador", dijo en Canal Sur.

Amrabat no ha sumado ningún gol en lo que va de campaña, pero se ha vuelto a revelar como uno de los indispensables para Gracia y el Málaga. Tras volver a los terrenos de juego, una vez superada la convalecencia por una operación de menisco, su mejoría coincide con la alineación de dos delanteros y su traslado a la banda. Aunque prefiere la izquierda, en los últimos encuentros ocupa el carril diestro del ataque. Su salida generaría un socavón en el ataque costasoleño de difícil reparación. Encima de la mesa del director deportivo Francesc Arnau hay una difícil papeleta. Mientras tanto, Amrabat hace las maletas.

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