Hace diez temporadas el Celta fichó a un prometedor delantero apodado el inseminador por las diversas demandas de paternidad no reconocida que se le atribuyeron ya de jovencito. Jaime Iván Kaviedes, aquella efímera promesa, inauguró la historia de ecuatorianos en el fútbol español. Le siguieron Iván Hurtado y Juárez (ambos en el Murcia); Valencia, un discreto delantero del Recre que a los años se convertiría en el sustituto de Cristiano Ronaldo en el Manchester United; y Guerrón, una ambiciosa inversión que no cuajó en el Getafe el año pasado. Felipe Salvador Caicedo Corozo es el sexto compatriota. Y viene a cambiar la historia de ecuatorianos que no cuajan en la Liga y los problemas del Málaga con el gol.

Felipao, una masa muscular privilegiada de 1,85 metros y 85 kilos, amaneció en Málaga, pasó pronto y sin problemas el reconocimiento médico y luego estampó el contrato que le tendrá aquí hasta el 30 de junio. Probablemente saltará hoy al césped para hacer sus primeros ejercicios como jugador del Málaga (el entrenamiento será a puerta cerrada) y el lunes será presentado en sociedad. Con la vista puesta en un posible debut ante el Getafe en la vuelta de los octavos de Copa, entre tanto el club tendrá que agilizar tres cuestiones: la obtención de su permiso de trabajo, la recepción del tránsfer internacional (ambas gestiones dependen del Manchester City) y la liberación de una ficha para poder inscribirlo en la Liga de Fútbol Profesional.

Iban Cuadrado es quien está llamado a liberar ese lugar. Su marcha quedará resuelta en los próximos días, cuando se llegue a un acuerdo por el finiquito y firme por algunos de los equipos de Segunda que están muy interesados en él. Entre tanto, Caicedo se irá adaptando a su nuevo entorno. Su privilegiado físico no le hará tener problemas para jugar desde un inicio. De hecho, los que ayer pudieron verle en las oficinas del club se quedaron impresionados con la buena planta del delantero, que además llega encorajinado por la falta de oportunidades que ha tenido en el Sporting de Lisboa, equipo en el que estaba cedido por el Manchester City desde el pasado 1 de julio.

Con Miku todo es cuestión de tiempo. Finalmente, como se apuntaba días atrás, la claúsula que impida al venezolano jugar contra el Getafe no existirá, lo que pasa es que la demora de la operación hará que no llegue a tiempo para jugar ni en Liga ni en Copa del Rey (sí podrá hacerlo en la penúltima jornada en el Colisseum). No obstante, según Fernando Sanz, vendrá "a partir del miércoles o el jueves de la semana que viene para que vaya conociendo y aclimatándose al equipo cuanto antes".