El Athletic empató sin goles con el Getafe y, por octava temporada consecutiva, se marchó del Coliseum Alfonso Pérez sin un triunfo que podría haberle aupado a los puestos europeos.

El partido comenzó marcado por esa historia que indicaba una clara ventaja para el Getafe. Desde que llegó a Primera, nunca había perdido ante el conjunto vasco en su estadio. Un dato llamativo, pero que, de antemano, no influye en un resultado. Las estadísticas se quedan en los papeles, nunca sobre el terreno de juego.

Y para continuar con esa inercia positiva, Luis García apostó por segunda vez por sacar de inicio a dos delanteros, Miku y Güiza. El cambio apenas se notó. El equipo madrileño no empeoró, pero tampoco mejoró. El Athletic, con Llorente en el banquillo, apenas dispuso de oportunidades aunque en la segunda parte aumentó algo el ritmo de juego.