Bienvenido, Dr. Jekyll (65-77)

El Unicaja de Málaga regaló una buena victoria en la cancha de un Dinamo de Sassari con demasiadas fugas de agua. Los de Plaza mostraron una agradable imagen por segundo partido consecutivo, algo que casi es noticia en esta temporada. Jamar Smith y Richard Hendrix -36 puntos entre los dos- gobernaron a su antojo la cancha italiana, que se despidió de la Euroliga sin triunfos y divisando a un equipo que, tras la derrota del Brose, se asegura la segunda plaza del grupo. Para conseguir la primera, los verdes deben vencer la próxima semana a un CSKA con el que no se verán las caras en el Top 16.

El encuentro se inició con un ritmo endiablado. Los italianos, heridos en su orgullo, avisaban que querían un último trago en casa sin malas digestiones. Con el Unicaja algo desconcertado atrás, Varnado y Eyenga se hicieron fuertes bajo los aros y así llegó la primera ventaja del Sassari (8-5). El pívot local fue un quebradero de cabeza en los primeros compases para Hendrix y Suárez, al que aún le falta mucho recorrido para adaptarse al puesto de cuatro. Una canasta de Hendrix tras asistencia de Nedovic provocó el primer tiempo muerto de Calvani, que no quería concesiones.

Surtió efecto, porque los suyos volvieron a distanciarse hasta lograr seis puntos de renta, con Alexander asestando un par de golpes desde la larga distancia. Pero claro, ahí estaba Hendrix para colocar dos acciones positivas consecutivas en ataque. La segunda de Haynes cambió el panorama de la primera mitad. El ritmo, algo menor, fue la consecuencia de un Markovic que comenzó a marcar el ritmo. Al mismo tiempo, Cooley se presentaba en sociedad antes de que una presión a toda cancha del Unicaja dejara el segundo triple de Smith. Con otro de Kuzminskas se cerró un primer cuarto delicioso para el espectador.

Smith, en una fantástica acción individual, certificaba que era uno de esos días en los que el escolta se siente a gusto. No lo vio así Plaza, que sentó al norteamericano con once puntos en su haber en menos de siete minutos. Asomó Alberto Díaz, que siempre eleva el nivel defensivo y al que ya no le asustan las grandes plazas. Cooley, con un gran movimiento de pies, fue el que puso la máxima de la primera mitad para el Unicaja (27-36). El gusano verde dejó una grata sensación, aunque aún es demasiado pronto para juzgarle.

En el debe, una vez más, Dani Díez. El ex del Madrid no ha dado el salto que en el club esperaban y, con él en pista, se pasó rápidamente al 35-38 fruto, en parte, de su mejorable actitud defensiva. Markovic volvió a colocar la cabeza del equipo sobre los hombros. Una maravilla de Hendrix bajo el aro y dos tiros libres de Smith mandaban el partido al tiempo de asueto con un marcador de 39-48. El dominio cajista en el rebote, además del virtuosismo de Hendrix y Smith, eran demasiado para un Sassari empeñado en inmolarse abusando del lanzamiento exterior.

A la vuelta de vestuarios todo parecía estar en el mismo sitio. Hendrix aprovechaba un rebote ofensivo y Smith bailaba un chotis con su defensor antes de anotar una bonita canasta. Tardó tres minutos en anotar Sassari y lo hizo por obra y gracia de Varnado, tan imprevisible como dinámico. Un triple de Kuzminskas elevó la diferencia hasta los 17 (41-58) y todo parecía visto para sentencia. Los de Calvani bajaron la cabeza durante algunos minutos y el Unicaja disfrutó durante varios minutos, con todos los jugadores muy metidos y una defensa a un gran nivel.

Kuza brindó un mate de los que cuestan mucho dinero, apenas unos segundos antes de que Nedovic quisiera resarcirse. El serbio volvió a la pista después de haber estado en ella sólo cuatro minutos y puso un pase picado para un Jackson que definió sin apuros. Nedovic, en su versión más guadianesca, dio la de arena con un pase a la grada que sólo él sabía a quién se dirigía. Las cámaras miraron a Plaza y éste se mordía la lengua. Lógico. El juego del equipo con él en pista sigue siendo como lanzar una moneda al aire.

El equipo cajista afrontó el último cuarto con una ventaja de doce puntos que obligaba a Plaza a manejar bien las cocciones de los últimos diez minutos para culminar un plato apetecible. Una canasta de Alberto Díaz frenó el último intento de remontada de Sassari, que amenazó al colocarse a diez. El Unicaja volvió a marcharse hasta los 17, pero en la Euroliga nadie te regala nada. Joe Alexander, que fuera número ocho del draft del 2008, acercó de nuevo a doce (60-72) a los suyos, aunque la victoria visitante se oteaba en el horizonte.

Los últimos minutos sirvieron para que el equipo se reafirmara en las buenas noticias. Por un lado, Smith continuaba a lo suyo con un abanico de posibilidades en ataque. El ex de Limoges resultó indefendible para Sassari durante todo el encuentro y, en este último cuarto, demostró que es un tipo para citas mucho más importantes que las de ayer. Un lanzamiento sobre la bocina y un recorte torero sobre Logan -que acabó en el suelo- así lo confirman. Por otro, el reencuentro con los motivos por los que este equipo estuvo a un paso de llegar a una final de ACB. Intensidad defensiva constante, batalla ganada en el rebote y pinceladas obligatorias de calidad. Todo hará falta en el Top 16. Aunque antes, ya lo saben, llega el CSKA.

Ficha Técnica

65 - Dínamo Banco di Sardegna Sassari (23+16+12+14): Haynes (13), Eyenga (8), Logan (2), Alexander (19), Varnado (16) -cinco inicial-, Formenti (2), Devecchi (3), Sacchetti (2), Pellegrino (-), D'Ercole (-) y Stipcevic (-).

77 - Unicaja (26+22+15+14): Nedovic (2), Jackson (7), Suárez (3), Díez (2), Hendrix (16) -cinco inicial-, Markovic (7), Kuzminskas (14), Díaz (2), Cooley (2), Thomas (2), Uta (-) y Smith (20).

Árbitros: Latisevs (LAT), Vojinovic (SRB) y Shemmesh (ISR). Eliminaron por cinco faltas personales a Varnado.

Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de la Euroliga disputado en el Palaserradimigni de Sassari (Italia) ante 3.000 espectadores.